La defensa de los derechos humanos sale muy cara aun en las autoproclamadas democracias. Helena Maleno, la española volcada en las personas migrantes que llegan a la frontera Sur del Estado, ha denunciado reiteradamente –y lo volvió a hacer ayer en rueda de prensa– sufrir el hostigamiento constante de las fuerzas de seguridad españolas y de las autoridades de Marruecos.
Una veintena de organizaciones humanitarias se han unido para exigir al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que cesen la violencia y las amenazas a la defensora, y que se reconozca su trabajo, que ha permitido salvar la vida de 100.000 migrantes en la frontera Sur.
En una carta, para la que solicitan adhesiones –puedes firmar aquí– denuncian que, el pasado 23 de enero, Maleno fue violentamente deportada y expulsada de Marruecos, donde vivía con su familia desde hace 20 años, cuando volvía de un breve viaje de trabajo en España. La defensora se vio obligada a permanecer varias semanas separada de su hija menor de edad, que permanecía en ese país.
“Criminalización orquestada”
A pesar de que, tanto los tribunales de España como de Marruecos, han reconocido que la labor de Helena no es delito, la “criminalización orquestada durante años desde el Ministerio del Interior de España – y en concreto, de la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF) de la Policía Nacional de España- ha logrado que Helena y su familia hayan tenido que abandonar forzosamente su hogar”.
Helena Maleno, fundadora del Colectivo Caminando Fronteras, es experta en migración y trata de seres humanos, centrada en derechos de mujeres e infancia. Cuenta con el reconocimiento de la ONU y las principales organizaciones internacionales de derechos humanos. Destaca el apoyo de la Relatora Especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias y la Relatora Especial de la ONU sobre la situación de los defensores/as de derechos humanos. Ha sido distinguida con más de veinte premios de derechos humanos nacionales e internacionales, y recientemente ha sido nombrada Doctora Honoris Causa por la Universidad de Islas Baleares.
No obstante, “después de años de criminalización, de haber ganado procesos judiciales tanto en España como en Marruecos, derivados de montajes policiales, que terminaron con el reconocimiento de su defensa de derechos de las personas migrantes, las violencias contra ella y su familia no han cesado”, dice el escrito.
“Labor para la democracia”
Las organizaciones exigen el reconocimiento público del trabajo de Helena Maleno como defensora de derechos humanos, así como del impacto positivo de su labor para la democracia y el Estado de derecho; el cese de la criminalización y que se depuren responsabilidades en las instituciones pertinentes; la protección de la defensora y de su familia, permitiendo el ejercicio de su legítima labor de defensa de derechos humanos; y la reparación de los innumerables daños que ella y su familia han padecido.
Firman la misiva FIDH (Federación Internacional de Derechos Humanos) y OMCT (Organización Mundial Contra la Tortura) en el marco del Observatorio para la Protección de Defensores de Derechos Humanos, International Service for Human Rights, Urgent Action Fund for Women’s Human Rights, Women’s Link Worldwide, Front Line Defenders, Oxfam Intermón, Coordinadora Estatal de ONGD, Red Migrantes con Derechos, CEAR, Asociación Pro Derechos Humanos de España, Federación de Asociaciones de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, Iniciativa Mesoamericana de Derechos Humanos, Servicio Jesuita al Migrante, Alianza por la Solidaridad y ALUNA – Acompañamiento psicosocial.