Grupos feministas se concentrarán en Bilbao y Gasteiz contra la militarización, más aguda durante la crisis sanitaria

Feministas antimilitaristas se concentrarán en Bilbao y Gasteiz el próximo domingo, día 24, para conmemorar las diversas luchas y logros de mujeres en la construcción de la paz, pero también para denunciar el aumento de la militarización de nuestra sociedad, más intensa durante la crisis sanitaria.

En esa fecha se conmemora el Día Internacional de las Mujeres por la Paz y el Desarme y la convocatoria ha partido de los grupos feministas antimilitaristas Emakumeok Gerraren Aurka de Gasteiz y Armiarma Talde Feminista Antimilitarista de Bilbao. En la capital vizcaína la protesta será en la plaza de Teatro Arriaga a las 9.30, y en Gasteiz a las 12.30 en la Virgen Blanca.

Este es el comunicado que se leerá ese día:

Hoy 24 de mayo, Día Internacional de las Mujeres por la Paz y el Desarme, salimos a la calle para conmemorar las diversas luchas y logros de las mujeres contra la guerra y valorar el trabajo de miles de mujeres que siguen plantando cara a las guerras y a la maquinaria que las posibilita (la cercana industria armamentística de nuestro país, por ejemplo).

La crisis sanitaria en la que estamos inmersas nos está demostrando el disparate global en el que estamos asentadas, lo terriblemente vulnerables que somos, y la necesidad inaplazable de repensar el modelo de sociedad en el que vivimos.

La forma en que desde el poder se ha abordado la situación con un incremento de la presencia militar en las calles y en los medios de comunicación nos ha puesto en alerta sobre el continuo riesgo de mayor militarización de la sociedad.

Nos quieren hacer creer que los ejércitos son parte de la solución. Nos venden “seguridad” uniformada. Nos muestran imágenes de militares desinfectando residencias, aeropuertos y estaciones de trenes, obviando el trabajo de quienes ya lo hacían antes y lo seguirán haciendo sin ninguna valoración, y en condiciones precarias, en muchos casos…

Estamos viendo que en el contexto actual la militarización, el miedo, la falta de recursos, los recortes afectan, más aún si cabe, a las vidas de los colectivos más desfavorecidos, de las mujeres y de las personas que han huido de las guerras en muchos lugares del mundo.

Como antimilitaristas y feministas que somos, frente a los ejércitos y las armas que matan, nos reafirmamos en la urgencia de poner la vida y los cuidados en el centro. Porque entendemos las guerras como el máximo exponente de la violencia patriarcal.

Frente a las guerras colonialistas, heteropatriarcales, imperialistas, racistas, clasistas y capitalistas que se sustentan en el concepto de masculinidad asociado con la violencia y las armas, nuestros feminismos ponen la vida en el centro. Una vida digna para todas las personas. Por eso mismo, nuestros feminismos están radicalmente en contra de las guerras. Guerras que frecuentemente convierten en objetivo militar y botín de guerra el cuerpo de las mujeres. Guerras que provocan destrucción, muerte, miseria y desplazamientos forzosos en las poblaciones afectadas.

Porque las guerras son uno de los pilares fundamentales del sistema capitalista.

Guerras producidas a causa de intereses geoestratégicos y económicos que luchan por el control y el saqueo de las materias primas y de los recursos naturales de los pueblos. Guerras que se llevan a cabo con la connivencia de poderosas transnacionales, élites económicas, gobiernos e instituciones de las llamadas sociedades desarrolladas. Guerras que transcurren con la indiferencia de gran parte de la población civil, que las consideran como ajenas y distantes y de las que sin embargo, aunque sea indirectamente, se benefician.

En el Día Internacional de las Mujeres por la Paz y el Desarme, en medio de esta crisis sanitaria global, hacemos un llamamiento a reconsiderar el modelo de sociedad que ha llevado a la Humanidad entera a esta alarmante situación.

Urge desmilitarizar la sociedad.

Urge suprimir los gastos militares y reinvertirlos en los servicios públicos y en el bienestar de las personas.

Urge reconvertir la industria armamentística en producción para el uso civil, atendiendo a criterios éticos, sostenibles y solidarios.

Urge poner límite al consumismo desenfrenado, insostenible en relación a los recursos planetarios, e incompatible con una vida buena para todas las personas.

Sabemos que sólo nos salvamos juntas, tejiendo redes de apoyo, cuidándonos, y construyendo colectivamente.

Ya es hora de acabar con las armas y la industria militar, y poner la vida en el centro de la política y del sistema.

MUJERES POR LA PAZ Y EL DESARME

SIN GUERRAS QUE NOS MATEN, NI PAZ QUE NOS OPRIMA.

GASTOS MILITARES PARA NECESIDADES SOCIALES.

LA GUERRA EMPIEZA AQUI