ASESINATO EN ORIO 
¡Ya basta de sensacionalismo informativo con la violencia machista!

Las noticias sobre el asesinato machista ayer de una mujer en Orio demuestran que la mayoría de los medios de comunicación no saben o no quieren ofrecer a la máxima expresión de la violencia contra las mujeres el tratamiento informativo adecuado. Por otra parte, ponen en evidencia la ineficacia de las normas aprobadas para erradicar el problema número uno de nuestra sociedad, y eso sucede porque la mayoría de sus disposiciones no prescriben, sólo recomiendan.

¿Por qué esta resistencia a analizar el fenómeno en toda su complejidad y profundidad como sí se hace con otras cuestiones alarmantes? La respuesta es esta: Una inmensa mayoría de hombres, jóvenes y mayores, se resisten a perder sus privilegios, su posición de dominio sobre las mujeres, a las que consideran inferiores y que por eso maltratan y matan.

Y son ellos quienes controlan los medios de comunicación supuestamente más influyentes. Sus plantillas cuentan con cada vez más mujeres, pero no suelen figurar en los puestos relevantes ni en los órganos de dirección y, cuando algunas acceden a las máximas responsabilidades, su influencia apenas se aprecia en los contenidos. Algunos medios han lavado su cara con la incorporación de corresponsales de género que, todo hay que decirlo, hacen un trabajo muy digno y necesario.

Que trabajen mujeres en las redacciones no quiere decir tampoco que tengan una perspectiva feminista y, si la tienen, no son ellas quienes deciden los enfoques ni los contenidos. Por encima está ‘el jefe’, y por encima de éste, ‘el director’ y más allá ‘los de arriba’. Y, sobre todos, el imperativo de lograr máxima difusión y rentabilidad al precio que sea.

Por eso, no es de extrañar que el asesinato machista de Orio se nos haya presentado como un suceso desconectado de su verdadera causa, la violencia estructural, y que lo hayan adornado con todo tipo de detalles morbosos -fotografías ensangrentadas y cadáveres incluidos-, chismes de taberna y vecindario incrédulo.

  • Nada de especialistas que explique el hecho como un quebrantamiento de los derechos humanos, producto de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres
  • Nada de señalar que los asesinatos machistas son solo la punta del iceberg de todas las violencias que sufrimos las mujeres
  • Nada de evitar un tratamiento que pudieran justificar al agresor y culpabilizar a la víctima
  • Nada de dejar de hacer espectáculo televisivo con esta tragedia
  • Nada de mencionar que no existe una víctima ‘tipo’ y que cualquier mujer puede serlo
  • Nada de crear conciencia social
  • Nada de ofrecer a las víctimas información sobre posibles situaciones de riesgo o teléfonos de atención

Ya que muchos medios de comunicación persisten en desinformar sobre esta cuestión de importancia vital para nosotras, quizás deberíamos plantearnos dejar de consumirlos.