El abandono de las mujeres de Afganistán por parte de la comunidad internacional es un hecho. En los últimos tiempos, se ha producido cierto reconocimiento del régimen talibán, lo que las afganas tratan de evitar a toda costa.
Tras llamamientos reiterados a condenar al régimen opresor sin obtener resultados, un grupo de activistas por los derechos de las mujeres representado y liderado por Tamana Zaryab Paryani han protagonizado una huelga de hambre de doce días, que finalizó ayer.
La acción ha tenido lugar en Alemania, donde residen las promotoras. Entre medio, Zaryab Paryani fue hospitalizada el pasado fin de semana, pues su estado de salud es delicado. Posteriormente, volvió a la tienda de campaña que la ha acogido durante estos días.
“Los talibanes han cometido crímenes contra la humanidad, limpieza étnica, sexismo, racismo, fascismo y discriminación de género”
Durante dos años de terror, las mujeres de Afganistán han sido sometidas a privaciones generalizadas. Tienen vetadas la educación, el trabajo y las actividades políticas y sociales, lo que ha llevado a su progresivo aislamiento. En ese tiempo, los talibanes han promulgado más de un centenar de decretos para anularlas.
A pesar de la represión, las manifestaciones se suceden también allí para pedir que se levanten las restricciones. Las protestas son duramente reprimidas.
Armas por 80.000 millones
A través de una campaña en change.org, las afganas llaman la atención sobre su situación y la comparan en gravedad con la que se vive en Ucrania. “Nuestra sangre también es roja”, dicen.
Piden al gobierno de EE UU que retire las armas “por valor de 80.000 millones de dólares concedidas al régimen terrorista de los talibanes” que, subrayan, “ha cometido crímenes contra la humanidad, limpieza étnica, sexismo, racismo, fascismo y discriminación de género” y que, por ello, consideran que no es apto para gobernar ni puede ser reconocido.
Por último, reclaman a la comunidad internacional que exija la liberación de las personas presas en las cárceles de Afganistán y que se reconozca el apartheid de género que viven las mujeres del país.