Homenajean a la escritora bilbaína Carmen Castellote, figura esencial del exilio republicano

Foto: Instituto Cervantes / David Polo.

El Itsasmuseum-Museo Marítimo de la Ría de Bilbao (Ramón de la Sota Kaia, 1) ha acogido un homenaje a la escritora bilbaína Carmen Castellote, figura esencial del exilio español y referente de la memoria literaria del siglo XX.

El acto, organizado por el Instituto de las Mujeres y el Departamento Foral de Empleo, Cohesión Social e Igualdad de la Diputación Foral de Bizkaia, forma parte del programa conmemorativo ‘España en libertad, 50 años’, que reivindica el legado cultural de quienes mantuvieron viva la palabra más allá de nuestras fronteras.

Con este homenaje, se destaca la trayectoria de una mujer que convirtió el desarraigo en lenguaje y la distancia en conciencia colectiva. Carmen Castellote representa a miles de niñas y niños que partieron durante la Guerra Civil, y cuya voz, desde lejos, nunca dejó de nombrar sus raíces.

Más allá del ámbito personal, esta cita honra también a quienes defendieron la memoria, la educación y la igualdad como pilares de una sociedad libre.

Vida y exilio

Nacida en Bilbao en 1932, Carmen Castellote fue evacuada con tan solo cinco años como parte del contingente conocido como las ‘niñas de Rusia’. En los internados de la Unión Soviética encontró en la lectura un refugio y en la escritura un espacio de regreso interior frente a la pérdida.

Años más tarde, su vida la llevó a México, donde dedicó su labor a la educación y la cultura, siempre desde un profundo compromiso humano. Su obra poética aborda el exilio sin rencor y la ausencia sin derrota, afirmando la dignidad como territorio irrenunciable. Entre sus versos late la certeza de que la memoria es un acto de responsabilidad compartida.

Castellote ha construido un legado que trasciende fronteras: el de quienes sostienen la palabra como abrigo y la historia como deber.

“No me fui. Me llevaron. Y desde entonces, escribo para regresar”. (Carmen Castellote)

Hoy, a sus más de noventa años, es considerada una de las últimas voces vivas del exilio español y símbolo de una memoria que interpela al presente.