Cincuentenario de las pioneras del baloncesto femenino en Bizkaia

Hace 50 años no era habitual ver a mujeres jugando al baloncesto ni a prácticamente ningún otro deporte. Para realzar su carácter pionero, el Tabirako de Durango ha diseñado una programación especial y se ha volcado en las bodas de oro del que fuera su primer equipo femenino. Las integrantes de aquella corta plantilla a las que acaba de homenajear el Ayuntamiento eran Bego Alsasua, Mariví Echaburu, Isabel Eguizabal, Ana Erdoiza, Marga Erleaga, Fátima Rodríguez, Rosa Trinidad, Celia Imaz –que no pudo acudir porque vive fueray la ya fallecida Ana Ibarrondo.

Unas protagonistas a las que el paso de los años les ha aportado una perspectiva diferente de aquella vivencia. “Lo he comentado más de una vez con mis hijas -señala Bego Alsasua-. Ahora sí soy consciente de que hemos hecho historia. Hemos formado parte de algo importante y es un orgullo haberlo hecho, pero entonces no lo llegamos a valorar de esa manera porque no se hablaba de feminismo ni luchábamos como ahora por la igualdad”.

Fue en 1973 cuando aquella joven formación de chicas encestó sus primeras canastas con la camiseta del ‘Tabi’. El club era ya toda una institución en Durango y, como los aires de cambio soplaban cada vez con más fuerza, empezó a captar jugadoras de los colegios San Francisco, Nevers y Santa Susana. “Se organizó un torneo para que jugáramos entre nosotras, en el que también participó un equipo formado por gente del barrio de San Fausto y del club social, y fue ahí cuando nos fueron seleccionando”, apunta Marga Erleaga.

Telefonazos

En su caso, empezó a jugar de base en San Francisco “para divertirme” y acabó como capitana del Tabirako con 15 años y el número 5 a la espalda, con el que posteriormente también jugó su hijo, y ahora lo hace su nieto. ”No es que me interesara demasiado el deporte, pero en un espectáculo de teatro del colegio salí a hacer un baile ruso y algo de ballet y, como me debieron ver flexible, me llamaron para que me apuntara al equipo de baloncesto”.

Sus recuerdos de aquella época son vagos, pero no olvida las zapatillas John Smith que “tan de moda estaban” que llevaba una compañera del equipo –“las demás las llevábamos ‘delmon’ (del montón) que dirían ahora”-, los desplazamientos en tren hasta Bilbao con “billete colectivo porque era el más barato” y los telefonazos entre jugadoras para avisarse de las horas de los partidos. “No todas teníamos, así que había que llamar a la vecina para que le pasara el recado por el patio”.

Más pudor

El pudor era mucho mayor en aquella época por lo que no conocieron demasiadas duchas que no fueran las de su casa. “Te lavabas un poco y suficiente”, añade Marga antes de añadir detalles a otra anécdota que, tal y como se pudo comprobar en la rueda de prensa que el Tabirako ofreció hace unos días, las nueve integrantes de aquel primer equipo siguen teniendo muy presente.

“Tener que salir en pantalón corto nos pareció muy fuerte… Teníamos otra educación, ya sabes…”

“¿Os acordáis cuando Rafa Zabala (el que fue su entrenador) nos dijo que teníamos que salir en pantalón corto?”, soltó Isabel Eguizabal durante el acto. “Es que en el colegio jugábamos con faldas plisadas por encima del pantalón y, aunque nos opusimos bastante, al final tuvimos que ceder”, explica la excapitana. “Aquello nos pareció muy fuerte”, constata también Bego Alsasua. “Teníamos otra educación, ya sabes…”.

Sobre la expectación que generó aquel equipo en su día, Alsasua admite que “ni nuestros padres solían ir a vernos. Unos cuantos chavalitos y poco más porque, aunque algún integrante de la junta directiva sí que iba a los partidos, los verdaderamente importantes eran los jugadores del equipo masculino”. A su entender, haber creado la formación era una forma de “cumplir el expediente” con los mínimos gastos posibles. “¡No te digo más que cuando dejabas el equipo tenías que devolver la ropa!”.

Otros tiempos

Afortunadamente, los tiempos han cambiado y la cantera femenina del club durangarra goza de una salud excelente. “¡Ser las primeras no tuvo que ser nada fácil¡”, enfatizaron los presidentes Hilario Pérez y Alicia Gómez durante el acto de homenaje. “Hace 50 años abristeis el camino de un club que hoy en día cuenta con mucho arraigo e historia en Durango. Fuisteis pioneras y referentes y lo seguís siendo, porque sin duda sois un modelo a seguir también para la juventud de hoy”, les agradeció la alcaldesa, Mireia Elkoroiribe.

Esa lucha que emprendió el ‘Tabi’ hace 50 años le llevó a ser reconocido con uno de los Premios Euskadi al Deporte en 2008 por su labor a favor de la igualdad entre mujeres y hombres. A nivel deportivo, el equipo femenino milita ahora en Primera División Femenina, pero permaneció “varias temporadas” en la Liga Femenina 2, que en aquel momento era la segunda categoría estatal del baloncesto femenino con equipos semiprofesionales.