El próximo 25 de junio será una fecha importante para los derechos de las mujeres, ya que se conmemorará el 30º aniversario de la Conferencia de Viena de la ONU, que “nos declaró humanas, al proclamar que los derechos de las mujeres son derechos humanos”. La costarricense Alda Facio, jurista feminista, escritora, docente y experta internacional en feminismo y derechos humanos, ex-Relatora de ONU en discriminación de las Mujeres y las Niñas, quien participó en esa convención internacional, cree que “es importante celebrarlo” en un momento en que los derechos basados en el sexo están en entredicho.
Facio fue una de las ponentes invitadas aI I Congreso Internacional Feminista de la asociación Femes de feministas socialistas, organizado el pasado abril. En esa cita, la experta defendió la necesidad de divulgar el contenido de la Conferencia de Viena, ya que, aseguró “ las feministas jóvenes no saben que las mujeres no éramos humanas para las convenciones internacionales”. Esa cita internacional también es importante, a su juicio, porque fue cuando, por primera vez, se declaró que la violencia contra las mujeres era una violación de los derechos humanos”. Hasta entonces se consideraban un asunto privado.
En un magnífico artículo titulado ‘Viena 1993, cuando las mujeres nos hicimos humanas’ (descarga: Viena 1993) destaca las razones por la que esta conferencia es fundamental en la historia de la lucha por la igualdad:
- Representa un punto de inflexión, a partir del cual se comenzó a tratarnos como seres humanos plenos en la legislación internacional, lo que a su vez ha contribuido a enriquecer las legislaciones y su desarrollo, y ha beneficiado a otros grupos sociales discriminados.
- Se ha avanzado hacia una mayor inclusión y respeto hacia las mujeres, superando la visión tradicional de las mujeres como meras extensiones de los hombres y reconociendo su valor y autonomía como individuas. “Ya no existimos solo en relación a los hombres de nuestras familias y comunidades, sino que somos seres humanas con sentido y fines propios, autónomas y depositarias de la misma dignidad que se les atribuye a los hombres”.
“Después de Viena, al menos en teoría, los abusos contra las mujeres ya nunca más se considerarían un asunto privado”
- Ha sido fundamental para abordar la discriminación y la violencia de género, y ha impulsado medidas legales y políticas para garantizar la igualdad de oportunidades y el respeto de los derechos de las mujeres. “Después de Viena -resalta Facio- al menos en teoría, los abusos contra las mujeres ya nunca más se considerarían un asunto privado. La conferencia no sólo logró que el poderoso discurso de los derechos humanos recayera también sobre los asuntos de los derechos de las mujeres, sino que le dio otro significado al sujeto ‘mujer’ en el derecho internacional”.
- Además, ha inspirado a movimientos feministas y a defensoras de los derechos humanos a nivel mundial.
Antecedentes
CEDAW, 1979
La Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), adoptada en 1979, tuvo un papel fundamental en el fortalecimiento de los derechos de las mujeres y en la promoción de la igualdad de género. Formalizó una nueva comprensión de la igualdad, vinculada a la eliminación de todas las formas de discriminación, y tuvo un impacto significativo en la protección de los derechos humanos de las mujeres. Sigue siendo un referente clave para avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria para todas las mujeres.
Conferencia de Nairobi (1985)
Nairobi marcó la primera vez que se reconoció que las mujeres individuales tenían derechos reproductivos, aunque no se nombraron de esta manera.
Además, enmarcó la violencia contra las mujeres en el contexto de los derechos humanos al caracterizarla como “obstáculo principal para lograrla paz y otros objetivos”.
V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe (México,1986)
En el taller denominado ‘Los derechos de las mujeres también son humanos’, se discutió la necesidad de apropiarse de la teoría, lenguaje y metodología de los derechos humanos que estaban sirviendo para liberarse de la mayoría de las dictaduras de la región.
Proyecto ‘Los Derechos de las Humanas” (1989)
Surgió en la Comisión de Derechos Humanos de Centroamérica (CODEHUCA) en 1989 y se involucró en la defensa de Magdalena Góngora, costarricense acusada de haber matado a su esposo beliceño en ese país y sobre la que pesaba la pena de muerte. Una delegación se desplazó a Belice para defenderla. Había sido víctima de violencia doméstica durante siete años. Facio relata que, “después de hablar con los grupos de mujeres, con su iglesia, con los grupos de derechos humanos, con su abogado, con el fiscal y con su familia; después de estudiar las leyes de Belice y de Costa Rica, nos dimos cuenta de las limitaciones del marco de los derechos humanos, y del derecho civil y penal, pues ninguno contemplaba la violencia doméstica”.
A pesar de que no hubo consenso entre los grupos de mujeres de ambos países, la delegación decidió seguir adelante con una estrategia que ligaba los derechos humanos con la violencia contra las mujeres. Dada la presión internacional para evitar la pena de muerte, el juicio fue suspendido pero el fiscal justificó la suspensión en la condición de víctima de la victimaria. “Este caso fue el primero en la región que ligaba los derechos humanos con la violencia contra las mujeres en la pareja o espacio privado donde supuestamente no entraban los derechos humanos”, destaca la experta costarricense.
Recomendación General 19 (RG19) previa a la Conferencia de Viena (1992)
Adoptada en enero de 1992, deja claro que “la violencia de género, la cual impide o anula el ejercicio de las mujeres de sus derechos humanos, es discriminación dentro de la definición de la CEDAW” y, por lo tanto, queda dentro del alcance del tratado. Además, la RG19 establece que la CEDAW cubre tanto acciones públicas como privadas.
Conferencia satélite ‘La Nuestra’ (1992)
‘La Nuestra’, la primera conferencia satélite de mujeres previa a la Conferencia de Viena tuvo lugar en diciembre de 1992, con la participación de cincuenta grupos. El documento final llama a adoptar resoluciones específicas sobre derechos humanos; pide que se reconozcan los derechos de las mujeres como derechos humanos; que se declare la violencia contra las mujeres como violación a los derechos humanos; que se nombre una relatora especial en violencia de género; que se adopte un Protocolo Facultativo a la CEDAW; y que se establezcan otros mecanismos para recibir demandas y actuar sobre las violaciones a los derechos humanos de las mujeres. También insta a adoptar nuevas medidas sobre los derechos y necesidades de las personas con discapacidad, mujeres indígenas, afrodescendientes, y todas aquellas personas discriminadas por asuntos étnicos y culturales. Por último, reclamó nuevos instrumentos sobre tráfico, trata y explotación sexual de mujeres y niñas.
Después de muchas conferencias satélite y regionales y cuatro preconferencias, la cuarta preconferencia en Ginebra superó todas las expectativas, según Alda Facio. “El éxito se debió entre otros motivos -explica- a que las activistas de derechos humanos de las mujeres pudimos convencer a los y las delegadas que apoyaban que los derechos económicos y sociales fueran considerados tan importantes como los derechos civiles y políticos (los únicos contemplados hasta entonces) de que el reconocimiento de los derechos de las mujeres como derechos humanos sería una manera de demostrar la interdependencia e interrelación de todos los derechos”.
También ayudó “la coyuntura que se estaba viviendo en esos momentos en el mundo, con las horripilantes noticias del embarazo forzado de miles de mujeres en Bosnia, que abrió los ojos y el corazón de muchos delegados que antes no querían admitir que la violencia contra las mujeres podía ser tan cruel”, dice la ex relatora de la ONU.
Los avances en los derechos humanos de las mujeres
Las victorias para los derechos humanos de las mujeres y sus defensoras fueron considerables tras esta cumbre de la ONU:
- La violencia contra las mujeres quedó en la agenda de derechos humanos como una violación a los mismos dejando de clasificarse como crimen común o acto privado. Es más, la violencia contra las mujeres en conflictos armados se identificaba, tanto como violación a los derechos humanos, como a la legislación humanitaria, incluyendo el hostigamiento y explotación sexual y la trata de mujeres.
- La Conferencia reafirmó vigorosamente la universalidad de todos los derechos, y los de las mujeres entraban a formar parte de todos ellos. El documento final incluye una crítica a las prácticas religiosas y culturales que restringen los derechos humanos de las mujeres. Además, reconoce la negación desproporcionada de sus derechos económicos y sociales en ciertas áreas y reafirma tímidamente el derecho de las mujeres a la salud.
- Se acordó que los derechos humanos de las mujeres debían estar presentes en todas las actividades de derechos humanos de la ONU. El documento hace un llamamiento para que se fortalezca la CEDAW por medio de su ratificación universal, la eliminación de reservas y la adopción de un protocolo facultativo que permita peticiones de personas individuales.