La segunda librería feminista y de temática político-social de Bizkaia —la primera fue Louise Michel, de Bilbao— abrió sus puertas el pasado día 13 en Barakaldo por iniciativa de una estudiante de Antropología de la localidad, Enya Diez, apasionada de los libros, el feminismo, la antropología, la política y las luchas sociales.
Esta joven de 26 años se lanzó a la aventura de emprender después de haber trabajado durante cuatro años en una gran superficie dedicada a la venta de productos culturales. La librería, a la que ha bautizado como Libreramente, está ubicada en pleno centro de Barakaldo, en la calle Juntas Generales 16, a pocos metros del Ayuntamiento y el polideportivo.
“En Barakaldo no hay librerías, sólo papelerías, que venden ‘best-sellers’ —explica— , y en la tienda donde trabajaba me di cuenta de que venía mucha gente de aquí a comprar, así que pensé que esto podía tener su público”. Añade que es lo que siempre había querido y lo que le gusta hacer. Lo consultó con su madre. Esta le animó y preguntó por el local. Después vino todo rodado.
Confundirla con un restaurante
A cierta distancia, es fácil confundir la tienda con un restaurante, pues en la puerta está apostado un caballete donde se lee: ‘Menú del Día’. Aproximándose un poco más, ya se pueden ver libros en el escaparate. La oferta culinaria de hoy es la siguiente: Primer plato, ‘Sufragista’; segundo, ‘Los asquerosos’, y postre ‘84, Charing Cross Road’. Eso ya da una idea de lo se puede encontrar dentro.
-Una manera curiosa de atraer a la clientela
-Sí, pues unas personas me han echado la bronca porque creían que era un restaurante —señala divertida—. Fue una idea de mis antiguos compañeros de trabajo y jefes, a los que estoy muy agradecida, y también a otras personas que me han hecho sugerencias.
Está muy interesada en tejer redes con las personas de las proximidades. De ahí que elija ella misma las obras que vende
Elementos reciclados
El local es pequeño y los elementos que contiene están bien distribuidos. Eso da sensación de amplitud. Está decorado con gusto a base de elementos reciclados. Algunos exhibidores están hechos de madera de palés. Páginas de libros antiguos hacen de papel pintado en una pared. Dos antiguos muebles restaurados sirven de mostrador.
El principal es de una altura más baja de lo habitual. Enya puntualiza que es “adaptado”, lo mismo que la puerta de entrada, donde ha colocado una rampa y ha procurado que tenga el ángulo idóneo para que la atraviese sin problemas una silla de ruedas.
El segundo mostrador está acristalado y deja traslucir los elementos que protege: chapas feministas hechas por una gallega por encargo y merchandising de las organizaciones Gafas Moradas y de Euskal Herriko Mugimendu Abolizionista, a las cuales pertenece. A ello se suman bolígrafos y marcapáginas artesanales, el producto de cuya venta está íntegramente destinado a sufragar un tratamiento médico para una familia sin recursos apadrinada por la asociación local Bihotz Solidarioak.
Enya está muy interesada en tejer redes con las personas de las proximidades. De ahí que elija ella misma las obras que vende. Así se asegura de evitar lo que no quiere y de promocionar libros de escritores y escritoras del pueblo o la comarca, a los que ha reservado espacios destacados. En breve, tiene previsto organizar tertulias y presentaciones de libros con el fin de ampliar relaciones. También está elaborando su web.
No tiene muchos ejemplares pero ofrece un poco de todo: literatura infantil educativa, literatura feminista y social, y ensayo político y social, además de libros ilustrados y cómic.
Antropología para desarrollar el espíritu crítico
Compagina su trabajo con la carrera de Antropología Social y Cultural, de la que le faltan unas pocas asignaturas y el proyecto final para terminar. Es una fanática de esta materia y está de acuerdo con una propuesta que se ha formulado de incorporarla como asignatura optativa a los estudios de Bachillerato. “A mí me abrió los ojos a todo. Ayuda a desaprender, a relativizarlo todo, a cuestionártelo todo”. Considera que en esta toma de conciencia jugó también un papel fundamental uno de sus profesores, Luismi Huarte Pozas.
Otra influencia importante en el desarrollo de su espíritu crítico son el matrimonio de escritores formado por Arturo Barea e Ilsa Barea. Una minúscula fotografía de ambos ocupa un puesto de honor en un estante y a ambos lados ha colocado una obra de cada: de él, la trilogía ‘La forja de un rebelde’, escrita en el exilio republicano, y ‘Telefónica’, firmado por ella.
Mira pensativa la foto y los libros con la devoción con que se podría contemplar la imagen de unos familiares queridos ya fallecidos. “Me encantan, sobre todo a él, por su capacidad crítica —medita— y si tuviera que buscar ahora un nombre para la librería, la llamaría Barea en homenaje a ellos, sin duda”.
Su dirección en redes:
Instagram: @libreria.libreramente
Facebook: Libreramente
Twitter: @libreramente