Irune, baracaldesa de 42 años, murió en la tarde del pasado sábado en un cajero del barrio de Santa Teresa de la localidad. El Ayuntamiento cerró recientemente el albergue para mujeres y las que rehusaron pasar al mixto se quedaron en la calle. Quienes la conocieron la recuerdan como una persona creativa, alegre y resolutiva; revolucionaria y siempre dispuesta a luchar por causas justas.
La plataforma Bestebi contra la exclusión residencial y a favor de las personas sin hogar ha organizado esta mañana una concentración para denunciar esta muerte y exigir a la sociedad y a las instituciones que visibilicen los problemas de las personas en situación de vulnerabilidad. Reclaman también medidas contra la discriminación y la estigmatización de las personas sin techo.