Supervivientes vascas de violencia machista se han mostrado muy críticas con los conceptos manejados y las propuestas surgidas del “comité de crisis” que el Ministerio de Igualdad convocó el pasado día 4 ante la gran cantidad de asesinatos perpetrados en verano. En el fondo de su malestar está que no se actúe directamente sobre los agresores y exigen medidas para neutralizarlos.
Este es el comunicado que hicieron público ayer:
El pasado lunes, 4 de septiembre, el Ministerio de Igualdad convocó un comité de crisis en respuesta a la “alta concentración” de asesinatos machistas en el mes de agosto. Desde la Red Vasca de Asociaciones de Mujeres Supervivientes de Violencia Machista hacemos público el presente comunicado para abordar tres asuntos que nos preocupan profundamente.
1- Sobre las conclusiones del mencionado comité. Nos sorprende ver que, en el planteamiento de las medidas a adoptar, el agresor queda en un segundo plano de tal forma que parece un elemento inmutable frente al cual no se puede hacer más que proteger a la víctima. Propuestas como acompañar a las víctimas a recoger sus enseres, reforzar el control en los requisitos a la hora de obtener y renovar las licencias de armas, advertir de los antecedentes de sus parejas, abrir las puertas de las instituciones a las víctimas, etc. son medidas que, pese a que son necesarias para minimizar el riesgo, esquivan en todo caso la necesidad de actuar directamente sobre el agresor.
“Hablar de crisis cuando lo que tenemos es un problema estructural es un grave error de perspectiva”
Todas las medidas hablan de situaciones en las que las que el Estado reconoce que existe un agresor que puede volver a actuar, pero no se actúa sobre él. Es como si se estuviese hablando de un fenómeno meteorológico imparable, de un tornado que llega, es como si fuese una ley natural que los hombres agredan a las mujeres, solo que no lo es. El Estado tiene herramientas para frenar la violencia en numerosos casos. Uno de esos casos es la violación sistemática de las órdenes de alejamiento. ¿Por qué las autoridades no actúan sobre el agresor cuando esto sucede?
2- Sobre el concepto “comité de crisis”. Hablar de crisis cuando lo que tenemos es un problema estructural es un grave error de perspectiva que, además de dificultar la construcción de propuestas que vayan más allá de lo coyuntural, envía un mensaje erróneo a una sociedad todavía muy poco consciente del calado del problema al que nos enfrentamos. La violencia machista es sistémica y sistemática. Es la consecuencia directa del patriarcado. No podemos desviarnos de esa idea.
“Debería haber un estado de alerta permanente”
3- Sobre la razón para activar los comités de crisis. Estos se convocan en periodos de alta concentración de asesinatos, es decir, cinco o más. Directamente relacionado con el punto anterior, resulta grotesco pensar, en el marco de un problema estructural cuyo resultado es el asesinato sistemático de mujeres a manos de hombres, que se determine qué número de víctimas es lo suficientemente alto como para dejar de ser aceptable o normal y pasar a ser considerado significativo e indicativo de crisis. Cada víctima cuenta. Debería haber un estado de alerta permanente.
Desde la Red consideramos necesario el diálogo constante con las asociaciones de víctimas y supervivientes de violencia machista. Es imprescindible el trabajo conjunto, serio y continuado entre la sociedad civil y las instituciones públicas para avanzar en la toma de decisiones que eviten que el foco sobre la raíz del problema de la violencia machista se desvíe una y otra vez.
La Red Vasca de Mujeres Supervivientes de Violencia Machista está formada por Bizitu Elkartea-Asociación de Mujeres Supervivientes de Violencia Machista (Bizkaia); Guerreras del Alto Deba (Gipuzkoa); Goizargi Emakumeak (Álava).