Cerca ya de la celebración del Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia, un estudio arroja nueva luz sobre las causas del desinterés femenino hacia esta rama del saber. Lo sitúa en el pensamiento arraigado en las niñas de que el campo científico-tecnológico no es de su interés y esa idea les influye más que las creencias acerca de sus capacidades.
¿Cuándo son conscientes las niñas de las creencias sexistas que las suponen menos interesadas que los niños en la ciencia y la tecnología? Cuatro estudios realizados por personal investigador estadounidense demuestran la existencia de esos estereotipos de género desde los seis años hasta la adolescencia, lo que supone “posibles consecuencias negativas para la posterior participación de las niñas en estos campos”.
Allison Master, Andrew N. Meltzoff y Sapna Cheryan han dirigido estas investigaciones, que aparecen recogidas en el apartado de Ciencias Psicológicas y Cognitivas de la revista PNAS.
Menor sentido de pertenencia
El núcleo del asunto, indican, es que las niñas se observa un menor sentido de pertenencia a estos campos, lo que limita su interés por los mismos. Uno de los estudios ofrece resultados aún más preocupantes, ya que muestra que la presencia de los estereotipos de género incluso “hace que las niñas tengan un menor interés en actividades novedosas, lo que demuestra el poder de los mismos más allá de la informática y la ingeniería”.
“Los estereotipos de interés pueden explicar más fuertemente las brechas de género que los estereotipos de capacidad de género”
Los estereotipos referidos a los intereses de chicas y chicos las limita más que las creencias referidas a las capacidades, de acuerdo a estas investigaciones. “Las elecciones académicas generalmente están impulsadas más por sus creencias sobre su interés que por sus creencias sobre sus habilidades. Ciertamente, ambos estereotipos pueden estar vinculados a la motivación posterior, pero los estereotipos de interés pueden explicar más fuertemente las brechas de género que los estereotipos de capacidad de género”, señala el artículo.
Las investigaciones exponen cómo actúan los estereotipos de interés de género en el psiquismo a edades tempranas. “El sentido de pertenencia es un potente motivador psicológico y predice el interés en la informática y la ingeniería. Los estereotipos pueden moldear indirectamente las percepciones de los estudiantes sobre su pertenencia (por ejemplo: “Mi grupo tiene menos interés en esto. Por lo tanto, tengo menos motivación para perseguirlo)”.
Autosocialización conformista
Pero, además, los estereotipos de interés de género “también pueden causar autosocialización conformista, cuando cada quien asume que su interés seguirá los intereses de los demás porque ‘soy como ellos/ellas”.
Master, Meltzoff y Cheryan advierten de que “la motivación académica de los niños puede ser vulnerable a los mismos procesos en la medida en que existen estereotipos de interés de género que favorecen a las niñas en otros campos” como el artístico o las lenguas.
Los estereotipos sobre los intereses diferenciales de niñas y niños están ampliamente consolidados. “Son respaldados en los Estados Unidos por niños y niñas de diversos orígenes socioeconómicos, a través de múltiples intersecciones raciales/étnicas y de género, y desde los seis años”, aseguran.
El estudio aconseja abordar los estereotipos sociales de interés de género en etapas educativas tempranas, “antes de que se arraiguen en la mente de los niños y niñas pequeñas”, ya que ello “puede ayudar a remediar las disparidades y mejorar la equidad educativa”.