Las feministas abolicionistas vascas ante el 8M

El feminismo no se puede dividir. El feminismo es una teoría política y una tradición filosófica con más de 300 años de historia. Es también activismo y tiene una agenda. Eso admite poca discusión. Otro asunto son las diferencias, que las hay, como en todo movimiento político y social. A pesar de ellas, somos capaces de llegar a consensos, coordinarnos y trabajar unidas.

Las abolicionistas creemos que el feminismo se debe centrar en políticas que nos permitan a las mujeres abandonar el lugar de subordinación en que, por medio del empleo de la violencia, nos sitúan las relaciones de poder.

Organizaciones vascas alineadas con este planteamiento constituimos hace meses la Coordinadora Feminista Abolicionista de Euskal Herria (EHFAK). Formamos parte de ella Lanbroa, Ehuleak, la Plataforma Navarra para la Abolición de la Prostitución (PNAP), Araba Abolizionista, Movimiento Democrático de Mujeres (MDM), Feministas al Congreso y Andereak, organizaciones activas en la CAV y Nafarroa, prácticamente todas desde hace décadas.

Prostitución, pornografía y vientres de alquiler, violencia extrema

Nuestro objetivo era y es trabajar temas, urgentes a nuestro entender, cuya discusión y abordaje se estaban relegando dentro del movimiento feminista vasco y navarro, y que no son otros que la abolición de la prostitución, la pornografía y los vientres de alquiler.

Consideramos que todas esas prácticas son formas extremas de violencia contra las mujeres y niñas, y que son inadmisibles si queremos conseguir una igualdad real y efectiva de mujeres y hombres, lo cual es para nosotras el objetivo del feminismo.

“El abolicionismo busca acabar con el proxenetismo, poner el foco en el putero o desincentivar la demanda”

En el caso de la prostitución, queremos distinguir abolicionismo de prohibicionismo. El prohibicionismo considera delito la prostitución y penaliza a las que la practican. El abolicionismo busca acabar con el proxenetismo, poner el foco en el putero o desincentivar la demanda, y ofrecer alternativas laborales, residenciales, terapéuticas y vitales a las mujeres en prostitución.

Ley orgánica abolicionista

Con ese fin, la plataforma estatal de Organizaciones Abolicionistas (PAP), a la que casi todos los colectivos de EHFAK estamos adscritas, ha elaborado una Ley Organica para la Abolición del Sistema Prostitucional (LOASP), que, además de desmantelar la prostitución, persigue que se la considere violencia machista. Pedimos la tramitación y aprobación urgente de esta norma.

Frente a quienes defienden regular la prostitución y entienden que puede ser una práctica libre e incluso empoderante, nosotras mantenemos que es el patriarcado quien ha instaurado en toda la estructura de nuestra sociedad la obligación de las mujeres de estar disponibles sexualmente para cumplir con los deseos y fantasías de los hombres, también previo pago.

“El consentimiento de las mujeres en prostitución está viciado y esta práctica no tiene nada que ver con la sexualidad; es violación pagada”

Por tanto, sostenemos que el consentimiento de las mujeres en prostitución está viciado y que esta práctica no tiene nada que ver con la sexualidad, sino que es violación pagada. Tampoco tiene nada que ver con la sexualidad la pornografía violenta y misógina que se ofrece gratis para consumo de niños, niñas, adolescentes y adultos. Nada más lejos: es el marketing de la prostitución y la escuela de la violencia sexual grupal que tanto se está prodigando últimamente. No lo decimos nosotras. Lo sostienen las supervivientes y no pretendemos hablar en su nombre. Para eso están ellas.

“No hay igualdad si persiste la violencia”

Lo que sí queremos, como organizaciones feministas, como plataforma y como mujeres, es remarcar que, mientras existan la prostitución, la pornografía y los vientres de alquiler, ninguna mujer estará libre de ser prostituida o violada, y que, mientras se nos siga cosificando, difícilmente podremos calificar a nuestra sociedad de democrática, porque para ello es preciso que la violencia termine, que las relaciones de dominación y subordinación desaparezcan y que la igualdad sea el eje central de los planteamientos y prácticas políticas a todos los niveles.

Estos son los puntos donde EHFAK pone el acento. Para nosotras, la violencia contra las mujeres es un problema estructural que impregna todas las esferas de la sociedad, se manifiesta en todos los ámbitos y alcanza su máxima expresión en la mercantilización del cuerpo de las mujeres y su explotación brutal.

Eso no quiere decir que no rechacemos todas las formas de opresión, de las que el patriarcado es la estructura que las abarca a todas. Y porque impugnamos cualquier atentado contra los derechos humanos, hoy, 8 de Marzo, marcharemos en las manifestaciones que el movimiento feminista vasco ha convocado en pueblos y ciudades. Eso sí, lo haremos en columnas abolicionistas y presentando, bien visibles, nuestras reivindicaciones. Invitamos a todas las feministas a unirse a nosotras.