La histórica feminista, activista y pensadora Jimena Alonso falleció en Madrid el pasado setiembre a los 84 años. Entre sus muchos hitos está la apertura de la primera Librería de Mujeres de Madrid, junto con otras compañeras. Amistades y familia le tributaron un homenaje de despedida el pasado 25 de septiembre. La también histórica Justa Montero, junto a Lucía Vicente, firma un obituario en la revista Viento Sur, que reproducimos:
Conocimos a Jimena allá por 1973-1974 cuando éramos estudiantes en la Universidad Complutense de Madrid y ella era profesora de árabe en la Facultad de Filosofía y Letras. Nosotras comenzábamos nuestra andadura política con el compromiso que cualquier militancia revolucionaria significaba en la dictadura, emprendiendo a la vez el camino en un feminismo en el que todo estaba por hacer. Y ahí estaba Jimena, apasionada, radical, valiente, mostrando una gran coherencia en su forma de interpretar las raíces de la opresión de las mujeres y en las formas de luchar contra ella, defensora de la autonomía del movimiento y con un pensamiento profundo y combativo del que nosotras, dobles militantes, nos alimentamos y aprendimos.
“Fue lo que se llama pionera del feminismo reciente y representa buena parte de la historia del feminismo”
Jimena es un referente del feminismo, fue lo que se llama pionera del feminismo reciente y representa buena parte de la historia del feminismo. De padres republicanos vinculados a la Institución Libre de Enseñanza, tuvo la suerte de contar con una madre que supo transmitirle desde muy joven las conquistas que beneficiaron a todas las mujeres en la Segunda República en contraste con lo que suponía la dictadura.
En 1973, cuando Jimena llevaba varios años participando en las luchas colectivas de los PNNs, (profesores no numerarios) y en la lucha por los derechos de las mujeres, fue elegida presidenta de la Asociación de Mujeres Universitarias (AEMU). Más tarde, en 1976, junto con otras mujeres jóvenes de la Asociación creó el Frente de Liberación de la Mujer (FLM), grupo que se define como antipatriarcal, anticapitalista y socialista.
Sirva como muestra del feminismo que impulsaba Jimena su preocupación por las condiciones del empleo de las mujeres, no en vano el FLM siempre apoyó activamente la lucha de las trabajadoras de la empresa textil Induyco en huelga o a las de la Fábrica de Moneda y Timbre, entre otras.
Conexión con el feminismo de ahora
No queremos reivindicar la figura de Jimena sólo por su importancia en aquellos años, sino también por su interés y conexión con el feminismo de ahora, al que acompañó en las movilizaciones y en las huelgas feministas, donde la encontramos.
Y para reivindicar ese hilo, nos detenemos en el texto que el Frente sacó criticando la Constitución, esa que dio paso al régimen del 78. En él estaba la crítica a las condiciones de empleo de las mujeres, tan presente siempre en las preocupaciones de Jimena; la crítica radical a la familia tradicional y la propuesta de abolirla, y también la defensa de “las relaciones libres de pareja, vida comunal y de relaciones homosexuales”.
“Rechazaba la Constitución porque consagraba el sistema de economía de mercado”
Un feminismo que clamaba por una sexualidad libre: “el libre goce de nuestra sexualidad y libre disposición de nuestro cuerpo”. Una idea de la sexualidad sin atisbos moralizadores, que llevó a Jimena a defender hoy las sexualidades e identidades diversas. Por supuesto, también la reivindicación de la educación laica, el derecho al aborto y muchas otras reivindicaciones y, cómo no, el rechazo a la monarquía que conectaba con su republicanismo.
Rechazaba la Constitución porque consagraba el sistema de economía de mercado. Un anticapitalismo que siempre marcó el pensamiento y propuesta de Jimena y la enfrentaba con el feminismo liberal de ayer y de hoy.
También porque institucionalizaba leyes antiterroristas que le aplicaron a ella luego y ampararon la impunidad de las torturas que sufrió. Por eso, cuando la detuvieron, salimos muchas a la calle exigiendo su libertad y la derogación de la ley antiterrorista. Del mismo modo que ella hacía también hoy contra la ley mordaza.
Y su rechazo venía también por algo que siempre defendió Jimena: el reconocimiento del derecho a la autodeterminación de los pueblos.
El feminismo de Jimena era el que se enlazaba con otras causas y luchas sociales, obreras, y universitarias, o recientemente en la reivindicación de la memoria histórica. Jimena defendió entonces a las mujeres a las que no se había aplicado la ley de Amnistía y denunció las condiciones inhumanas en las cárceles.
Librería de Mujeres
Ella, que nunca renunció a sus ideas y las defendía con vehemencia, impulsó la creación en 1978 de la primera Librería de Mujeres en Madrid como un proyecto colectivo, unitario, un proyecto para todas sin que estuviera vinculado a ninguna corriente del feminismo. Fue un lugar de encuentro, un espacio abierto desde el que transmitía su amor por los libros, la palabra y el conocimiento, que también nos sirvió en más de una ocasión para organizar las revueltas más insospechadas.
En el escrito que Jimena facilitó para ‘Lugares de memoria feminista de Madrid (2017)’, recordaba con particular emoción el acto con Josefina Manresa, la viuda de Miguel Hernández, o “la sección atendida con más cariño, la de los cuentos infantiles con visión feminista”.
En los testimonios de Jimena, tanto en el que figura en ‘Memorias para hacer camino’ (2016), como en otras grabaciones que Mavi Lorente realizó como parte fundamental de recuperación de la memoria del feminismo impulsada por el grupo Candelas Feministas, todas las mujeres del movimiento feminista de la época que menciona Jimena están tratadas con sumo respeto y cariño.
El mismo espíritu unitario que tuvo la creación de la Librería la llevó a poner en marcha, junto con Fini Rubio (también del FLM) la Colección Tribuna Feminista de la Editorial Debate. Decían: “nuestra militancia en unas siglas no indica que prevalecerán sobre otras. No queremos ser portavoces de un grupo, sino que nos interesa todo lo que resalte la condición de la mujer. Los grupos no son más que diferentes formas de lucha con una finalidad común: reivindicar a la mujer en su situación actual… Hay que seguir luchando por encontrar soluciones al problema y la colección no es más que una parcela más de esa lucha”. Así, de la mano de esta colección pudimos acercarnos a títulos como ‘La mujer discriminada: biología y sociedad’, de Ann Oakley; ‘La mujer ignorada por la historia’, de Sheila Rowbotham, o ‘Vindicación de los derechos de la mujer’, de Mary Wollstonecraft, entre muchos otros.
“Esos derechos no los han regalado, ha habido que lucharlos palmo a palmo para que las jóvenes puedan ser ahora más felices y libres”, decía
Su detención, tortura y encarcelamiento en 1981 y posterior cumplimiento de cuatro años de condena en 1983 hizo que Jimena cambiara de vida a su salida de la cárcel y se alejara de Madrid, pero nunca de su compromiso con el feminismo y las luchas sociales. En los últimos años antes de la pandemia asistió a numerosos actos, en alguno de los cuales participó dando testimonio de su lucha y su experiencia.
Combativa y solidaria
El feminismo de Jimena era de los que se articulaban con otras causas, como lo hizo en la lucha de los PNN, en la lucha ecologista, y más recientemente también en la de la recuperación de la memoria histórica en el Valle del Tiétar, donde vivía y murió a los 84 años.
Pero no queremos reivindicar a Jimena sólo como una figura importante, que lo fue, en aquellos años, porque el feminismo que Jimena impulsó sigue teniendo un gran interés y conexión con el feminismo de ahora. Jimena era consciente y estaba orgullosa de la conquista de derechos y las mejoras logradas, aunque quedara mucho por hacer, por el movimiento feminista para la vida de las mujeres, tanto en el Estado español como en Europa y los Estados Unidos. “Esos derechos no los ha regalado nadie, ha habido que lucharlos palmo a palmo, consiguiendo que las mujeres jóvenes puedan ser ahora más felices y libres que en épocas pasadas”.
En nuestro recuerdo Jimena Alonso será siempre la persona sólida, valiente, combativa y solidaria que en muchas ocasiones nos sirvió de ejemplo, guía y referente en nuestra lucha feminista, a la que respetábamos, apreciábamos, y a la que siempre nos gustaba encontrar y escuchar.