Las mujeres de Islandia dejaron desatendidos ayer sus empleos y sus tareas del hogar para secundar una huelga de mujeres contra la discriminación salarial y la violencia machista, que causó serios trastornos en los servicios de todo el país. Incluso la primera ministra, Katrin Jakobsdóttir, se sumó al paro y se quedó en casa.
Islandia ha sido clasificado como el país con mayor igualdad de género del mundo por el Foro Económico Mundial durante 14 años consecutivos teniendo en cuenta la paridad en los salarios, educación, atención médica y otros factores.
Las huelgas de mujeres, una novedad reciente en nuestro entorno, son un ‘invento’ de las feministas islandesas. El 24 de octubre de 1974, organizaron la primera y al menos el 90% de mujeres dejó de acudir a sus empleos y de realizar tareas domésticas.
Se estima que unas 25.000 personas se reunieron entonces en manifestación masiva en el centro de Reikiavik. Islandia tenía una población de 216.695 habitantes. También se organizaron mítines y manifestaciones numerosas en ciudades más pequeñas.
El año 1975 había sido declarado Año Internacional de la Mujer por las Naciones Unidas. Las organizaciones islandesas de defensa de los derechos de las mujeres, incluidas las representantes de Redstockings, un grupo de feministas radicales, coincidieron en que una huelga general de mujeres sería un acontecimiento significativo. Con esta acción querían llamar la atención sobre su contribución a la economía y la sociedad, informa ‘Iceland magazine’.
En 1974 el feminismo no estaba de moda y para hacer la acción más atrayente lo llamaron “día libre”
Era un momento en que el feminismo no sólo no estaba de moda, sino todo lo contrario, y para hacer la acción más atrayente y atenuar su carácter radical lo llamaron “día libre”. La decisión también fue motivada por el temor de que, al llamarlo huelga, las mujeres podrían ser acusadas de participar en una ‘huelga salvaje’. Dado que las ‘huelgas salvajes’ son ilegales en Islandia, las mujeres podrían ser despedidas por participar en una “huelga”, pero no en un “día libre”.
Cinco huelgas más
La acción logró paralizar la economía islandesa, obligando a cerrar empresas y oficinas gubernamentales. Los días siguientes los periódicos locales publicaron historias de hombres que tenían que lavar los platos por primera vez, llevar a sus criaturas al trabajo y preparar la cena. Las tiendas se quedaron sin alimentos simples que solo necesitan hervir, como salchichas y perritos calientes.
Aquella huelga tuvo un impacto enorme en la sociedad, según ‘Iceland magazine’. En 1976 se promulgó una ley que prohibía la discriminación salarial por motivos de género. La brecha salarial era de más del 40% en ese momento. Según datos recientes de la Oficina de Estadística de Islandia, el salario medio de las mujeres es actualmente el 74% del salario medio de los hombres.
Las mujeres islandesas se han declarado en huelga cinco veces más. Lo hicieron también en 1985, 2005, 2010, 2016 y 2018. La huelga de mujeres de 1975 se ha convertido en una inspiración para las feministas de otros países.