Una concentración denunció anoche en Bilbao el asesinado de las activistas kurdas Sakine Cansiz, Fidan Dogan y Leyla Söylemez de un tiro en la cabeza, el 9 de enero de 2013, en las oficinas del Centro de Información del Kurdistán, en París. Se convocaron concentraciones similares en muchos lugares del Estado.
Según informa el colectivo en favor de la revolución social kurda Rojava Azadi en una nota, “la investigación reveló numerosos indicios de que el presunto asesino, Ömer Güney, que fue detenido pocos días después del crimen, había actuado por cuenta del servicio secreto turco (MIT)”.
Sin embargo, deploran estas activistas, “es evidente” que las autoridades francesas “no han tomado ninguna iniciativa ni han hecho ningún esfuerzo para esclarecer el trasfondo de este asesinato político”.
En 2017, dos agentes de alto rango de los servicios secretos turcos apresados en Irak declararon que “el asesinato de París había sido una decisión del más alto nivel de la institución”. Rojava Azadi señala al primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, a cuyo mando está el servicio secreto.