Un estudio realizado por el Colectivo Punt 6 en Barcelona revela que una buena parte de las ciclistas de la ciudad sufren acoso verbal o físico por parte de los conductores principalmente. En concreto, el 42% de las más de 500 encuestadas afirmaron haber sido objeto de comentarios e insultos machistas (“amargada”, “puta”, “malfollada”) y miradas lascivas y despectivas, entre otro tipo de agresiones.
Según las autoras del informe, las ciclistas de 25 a 29 años sufren más situaciones de acoso que las que tienen entre 40 a 49 años. Además de agresiones verbales y de connotación sexual, tanto por parte de peatones como de conductores, aseguraron haber sido objeto de comentarios relacionados con la apariencia física. También es habitual que las silben los conductores de otros vehículos motorizados o que invadan el carril por el que circulan.
Los hombres padecen otros riesgos
Aunque los hombres ciclistas se enfrentan también a riesgos, sus dificultades presentan características diferentes. La metodología del estudio incluía grupos de trabajo y discusión. En uno de ellos, una madre explicó que todas las experiencias negativas de su hijo sobre la bicicleta tenían que ver con caídas y accidentes, mientras que las de su hija estaban relacionadas con el acoso.
Tanto esta madre como otras mujeres señalan que, a pesar de estos inconvenientes, la bicicleta también puede resultar una herramienta de empoderamiento y autodefensa. Sobre todo en las salidas nocturnas, este medio de transporte les ofrece a muchas más seguridad que otros.
La investigación constata, además, que el confinamiento y la pandemia ha cambiado los hábitos de transporte y ha favorecido el uso de la bicicleta.
El estudio recoge datos cuantitativos y cualitativos y consistió en una encuesta en línea y tres talleres participativos en zonas diferentes de la ciudad (Gracia, Poble Nou y Sants). Colaboraron un total de 569 mujeres y personas no binarias, 537 en la encuesta en línea y 32 en los talleres participativos.