Las abolicionistas vascas agrupadas en Euskal Herriko Mugimendu Abolizionista (EHMA) mostraron ayer en la calle lo que supone esa forma de esclavitud que es la prostitución y que la sociedad rehusa ver: campos de concentración mal llamados clubs de alterne donde las mujeres son expuestas como producto para consumo de los puteros.
Son mujeres captadas en países pobres que han convertido esa industria en una fuente de ingresos; adolescentes abusadas sexualmente y empujadas a la prostitución, y mujeres migradas y empobrecidas a las que se somete, como denuncia la activista y superviviente Amelia Tiganus, a violaciones pagadas
EHMA exige que acabe esta forma extrema de violencia sexual mediante una Ley Abolicionista del Sistema Prostitucional y de Atención Integral a Personas Prostituidas que contemple las siguientes demandas:
- Descriminalización total de las mujeres prostituidas
- Criminalización de todas las formas de proxenetismo
- Prohibición de cualquier compra de acto sexual
- Sanción (multas) a puteros
- Reparación económica y acompañamiento psicosocial de las víctimas
- Reconocimiento de las mujeres prostituidas asesinadas como víctimas oficiales de violencia machista
- Implementación de programas y alternativas laborales de salida de la prostitución
- Formación especializada en intervención con victimas dirigidas a fuerzas de seguridad y otros funcionarios del Estado
- Educación afectivo-sexual en Igualdad en todas las etapas y niveles educativos.
- Campañas públicas de prevención y desincentivación del consumo de prostitución.
Campaña en Durango
Por otra parte, la asociación Andereak de Durango, que forma parte de EHMA, llevará el abolicionismo a sus concentraciones de los jueves a las 20 horas en el pórtico de la iglesia de Andra Mari. Hoy recordará del Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Mujeres y Niñas, que se conmemoró ayer precisamente.
Al grito de ‘¡Las mujeres no somos mercancía!’, Andereak quiere impulsar la Ley abolicionista desde los municipios “denunciando al proxeneta y al putero, y reclamando protección integral para las mujeres en prostitución”.
La asociación pide que se acuda con la camiseta abolicionista y las venderá a 10 euros a quien no la tenga.