María de Jesús Patricio Martínez (Marichuy), médica tradicional nahua, lideresa y defensora de los derechos humanos, además de primer mujer indígena candidata a la presidencia de México en 2018, visitará por primera vez Euskal Herria, donde permanecerá cinco días para viajar posteriormente a Madrid.
Marichuy ha sido invitada por la ONG vasca Lumaltik Herriak a participar en diversas actividades en la universidad y en espacios del movimiento asociativo entre los días 5 y 10 de octubre. Ofrecerá tres charlas en las capitales de la comunidad autónoma. El día 8 estará en la cripta de San Jerónimo de Donostia a las 19 horas; el día 9, en Errekaleor Bizirik de Gasteiz, a la misma hora; y el día 10, en La Bolsa, en Bilbao, también a las 19 horas. Además, mantendrá encuentros con grupos de mujeres y visitará las universidades públicas.
Tras años de compromiso en el combate al machismo y la reconstitución de las comunidades, María de Jesús Patricio fue elegida como representante indígena independiente para las elecciones federales de 2018 por el Congreso Nacional Indígena (CNI) y con el respaldo de EZLN.
Líder de las mujeres indígenas
Marichuy nació en 1963 y es originaria de Tuxpan, en el estado de Jalisco. En 1994, asistió como representante de su comunidad a uno de los primeros encuentros del EZLN. Allí nació su estrecha relación con el zapatismo, fruto de la cual, y como parte de la Marcha del Color de la Tierra, entró en 2001 al Congreso de los Diputados de México junto con la comandante zapatista Esther para hablar allí en nombre de las mujeres indígenas.
Los días 5, 6 y 7 de setiembre de 2019 se celebró en la ciudad Binnizá de Juchitán, en el istmo de Tehuantepec, la Asamblea Nacional e Internacional del Congreso Nacional Indígena.
Celebrada bajo el título ‘El Istmo es nuestro’, participaron más de 500 representantes de los pueblos indígenas de México, integrantes de 107 organizaciones y colectivos, 10 instituciones educativas y 22 medios libres. En su declaración final, en otros asuntos, denunciaron que “con la mentira de querer erradicar la pobreza del sur de México, el gobierno de López Obrador en pleno contubernio con las mafias empresariales, la delincuencia organizada y los partidos políticos de todos los colores, retoma el viejo sueño de Porfirio Díaz, y los planes de todos los gobiernos neoliberales desde Salinas de Gortari, ofreciendo el territorio nacional al capital global”.