La plataforma contra la violencia Andereak reclama cursos de autodefensa feminista en los colegios

La plataforma contra la violencia machista Andereak de Durango retomó ayer sus concentraciones de los jueves en las que denuncia la violencia estructural y simbólica a la que tienen que hacer frente las mujeres. «No vemos apropiado manifestarnos solo cuando tenemos noticia del asesinato de una mujer o sabemos de alguna denuncia de agresión machista», remarcan sus integrantes a través de un comunicado en el que demandan a las instituciones más ayudas para cursos de autodefensa feminista.

Para Andereak, la autodefensa feminista supone «una actitud proactiva». «Es empoderarse, es entender cómo los mandatos patriarcales gobiernan nuestras vidas y nos limitan, no solo en cualquier situación en la que se vulneren nuestros derechos o se nos discrimine, sino en todas nuestras acciones y decisiones de la vida cotidiana».

En definitiva, se trata de «una herramienta política para concienciar y para cambiar la lente con la que las mujeres miramos e interpretamos la vida. Para tomar conciencia de que somos víctimas de una violencia estructural que lo impregna todo, y de una violencia simbólica que nos minusvalora y nos ignora». Es más, aseguran que «no queremos vivir aterradas por la violencia machista en ninguna de sus formas y rechazamos que cualquier varón o institución se crea superior, amo y señor nuestro».

Es por ello que solicita a las instituciones, y más concretamente al Ayuntamiento de Durango, que ofrezca ayudas públicas para organizar talleres de autodefensa feminista que sean gratuitos «para las mujeres que no lo pueden pagar, ya sea en Andragunea o en otros espacios». También reclama que todos los centros escolares de la localidad impartan cursos de autodefensa feminista para alumnas mayores de 13 años.
En el comunicado, Andereak recuerda además “que la violencia directa que sufrimos las mujeres no es solo violencia física. La que más se ejerce en todo el mundo es la de control, la violencia psicológica que es más difícil de probar».

«Queremos alertar asimismo —prosigue el escrito— de que la mayoría de las agresiones las perpetran conocidos, a pesar de que nos quieren inocular el miedo a transitar libremente por las calles. Las calles también son nuestras y para acabar con ese miedo hay que romper algunos mitos sobre la ‘superioridad física’ de los hombres. A eso contribuye también la autodefensa feminista, que nos dota de estrategias y recursos para sentirnos más seguras y, por tanto, más libres para ejercer nuestros derechos».

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