Comunicado de Euskal herriko Mugimendu Feminista:
Ha llegado el 25 de noviembre, y con él, de nuevo volvemos a salir a la calle por enésima vez a manifestarnos contra la violencia machista. Queremos empezar esta lectura recordando a las seis mujeres* asesinadas desde el 25 de noviembre del año pasado hasta hoy, víctimas de la cara más atroz y violenta de la violencia machista. Desde el Movimiento Feminista de Euskal Herria os recordamos con todo el cariño, no os dejaremos solas. Un abrazo también a los familiares y amigas.
Por otro lado, desde el Movimiento Feminista de Euskal Herria, tal y como se hizo en octubre y en otras muchas movilizaciones queremos mostrar nuestra solidaridad y apoyo a Palestina y enviar un abrazo al pueblo palestino y a sus feministas. Exigimos también el cese de las relaciones de los gobiernos con Israel y hacemos un llamamiento al boicot a Israel. Aurrera Palestina! Un abrazo también, a todas las feministas que estáis luchando en diferentes pueblos; Sahara, Sudan..
La violencia machista, sin embargo, se manifiesta en otras muchas formas en nuestro día a día, y este año saldremos a la calle a denunciar las estructuras, la complicidad, las redes y las fraternidades que las sustentan. Porque la violencia que sufrimos las mujeres*, trans y bolleras no es casualidad. El sistema capitalista, cisheteropatriarcal, racista y colonial tiene en marcha estructuras y mecanismos diversos para perpetuar la violencia en nuestros cuerpos y territorios y así mantener el sistema.
Ante cada paso que damos, se pone en marcha una nueva ofensiva que se articula y estructura según el contexto. Hoy en día, nos encontramos en plena ofensiva tanto por la derecha como por los sectores reaccionarios de la izquierda. Los discursos de odio y anti feministas se están transmitiendo con impunidad en las redes, en los medios de comunicación y en las calles; mensajes antifeministas, mensajes transfóbicos, mensajes racistas, etc. Es más, en los últimos tiempos, incluso cuando hemos salido a denunciar públicamente agresiones en diferentes lugares de Euskal Herria, hemos sido boicoteadas y menospreciadas, deslegitimando nuestras reivindicaciones y acciones. Y los que lo han hecho han sido los hombres que nos rodean, con sus estructuras de complicidad y fraternidad. Los agresores y los antifeministas no son un ser abstracto, son los hombres que nos rodean.
Asimismo, las citadas redes de complicidades y fraternidad son pactos patriarcales. Son redes de complicidad y silencio en las que además de los hombres participan otras organizaciones que no identifican la violencia machista como un problema social y político de primer orden, y entre ellas, el sistema judicial, que nos desprotege y nos desacredita constantemente. Esto influye directamente con la ofensiva que vivimos en la calle, y con los discursos fascistas que cada vez se difunden con más impunidad, porque es la alianza perfecta para deslegitimar el feminismo.
Por otro lado, queremos denunciar que muchos utilizan el feminismo y el discurso contra la violencia machista para difundir otros mensajes de odio, como el racismo. Tenemos claro que la lucha del Movimiento Feminista tiene que ser antirracista, y queremos expresar que estaremos organizadas también ante aquellos que quieran difundir el racismo. Seguiremos denunciando las estructuras que perpetúan el sistema racista y colonialista, e instando a la eliminación de las leyes que lo sustentan, como la ley de extranjería.
Y siguiendo con la ley, queremos traer a la memoria otro juicio que tendrá lugar aquí mismo en Gasteiz. De hecho, por primera vez, se ha iniciado un juicio contra los grupos ultracatólicos que se colocan frente a las clínicas de aborto contra el aborto. La prohibición del aborto ha sido históricamente un mecanismo para establecer el control sobre los cuerpos de las mujeres* y un ejemplo más de violencia machista. ¡Como proclamamos durante años, nuestro cuerpo es nuestra decisión! y seguiremos luchando por un aborto libre, gratuito y público.
Por último, frente a todo lo que hemos nombrado, hacemos un llamamiento a la resistencia feminista. Sigamos organizándonos y tomando las calles, sigamos reivindicando y ejerciendo la autodefensa feminista; en las calles, en los hogares, en los centros de trabajo, en los espacios festivos… Respondamos a sus redes de complicidades que sustentan la violencia, con las redes de complicidad feministas que luchan contra ellas.
Konplizitate sareen aurrean, erresistentzia feminista. Frente a las redes de complicidad, resistencia feminista. ¡Vuestra hipocresía es violencia! ¡ Votre hypocrisie est la violence!
Gora borroka feminista!



