Una joven sudanesa de 20 años se enfrenta a la lapidación por presunto adulterio

Lapidaciones, ejecuciones por no cumplir las leyes religiosas… La situación de las mujeres en el mundo no ha salido del oscurantismo de la sinrazón en muchos lugares del mundo.

En Sudán, se preparan para lapidar a una joven de 20 años acusada falsamente de adulterio. Se trata de la primera condena de este tipo registrada en el país durante la última década.

Numerosas organizaciones de derechos humanos han puesto en marcha campañas para exigir la revocación de la condena a muerte y la inmediata puesta en libertad de la joven, más aún teniendo en cuenta las profundas irregularidades en su juicio. Exigen a Sudán que su justicia penal respete el derecho internacional en general, y la Convención contra la Tortura en particular.

Amal -nombre supuesto para proteger su identidad- está en la cárcel y seguirá allí hasta que los tribunales decidan su destino. La joven apeló la decisión y alberga la esperanza de que el tribunal anule la sentencia y pueda salvar su vida.

Juicio-farsa

Las organizaciones de derechos humanos denuncian que su juicio fue una farsa. “Hasta le negaron el derecho a un abogado defensor después de que salieran a la luz informes que desvelaban que la policía obtuvo ilegalmente su confesión. Amal había regresado a vivir a casa de sus padres tras separarse de su marido, y ahora se enfrenta a una brutal ejecución a causa de una condena por adulterio” denuncia Avaaz en un comunicado.

“Hace tres años, las mujeres ocuparon la primera línea de la revolución sudanesa. Pero hoy se les niega la igualdad de derechos y la participación en la vida pública. Por si no fuera suficientemente escandaloso, el caso de Amal se enmarca dentro de un ataque más amplio contra los derechos de las mujeres, sufrido a raíz del golpe de Estado militar que frustró la revolución democrática de Sudán”, analiza la citada organización.

Según Avaaz, “el ejército de Sudán intenta sumir al país de nuevo en los tiempos oscuros de la brutal y ultraconservadora dictadura militar de Omar Al Bashir”, mientras trata de normalizar sus relaciones con grandes potencias como Estados Unidos.

A su entender, la clamorosa indignación de los miembros de Avaaz de todo el mundo “podría ser una piedra en el zapato difícil de pasar por alto”. Puedes unirte a la campaña clicando aquí.