Organizaciones feministas del Estado exigen medios y presupuesto contra la violencia machista

Las muertas por violencia machista en el Estado superan ya a las de todo 2018. Las 270 organizaciones adheridas a la declaración de Emergencia Feminista, que protagonizaron el pasado 20 de septiembre, la ‘Noche Violeta’ exigen que “la violencia de género sea una cuestión prioritaria en la agenda política” ya que “está en juego la vida de la mitad de la población”. Feminicidio.net ha registrado hasta la fecha este año 87 feminicidios y asesinatos, de los cuales 49 son cifras oficiales.

La plataforma de organizaciones contra la violencia machista admite que hay leyes pioneras en igualdad y por la erradicación de la violencia de género, además de un Pacto de Estado firmado en 2017. Sin embargo, apuntan que no sirven para combatir la violencia. Por ello, han elaborado un listado de exigencias y piden a los partidos políticos que se comprometa a cumplirlas en su integridad mediante un firma pública el 25 de Noviembre.

Listado de peticiones

Entre estas peticiones están no pactar con partidos que nieguen la violencia machista, ampliar el concepto de violencia machista de acuerdo a los contenidos del Convenio de Estambul, medios materiales y humanos para concienciar y formar a la sociedad acerca de la dimensión de este problema, el cumplimiento de las medidas del Pacto de Estado, presupuesto suficiente para prevención y para la protección y recuperación de las víctimas, así como formación en escuelas y a profesionales.

Las firmantes denuncian que seguimos en Estado de Emergencia ya que, además de rebasar ya el número de asesinadas en todo el 2018, siguen aumentando las denuncias por violencia sexual. “Nuestros cuerpos siguen siendo violentados, abusados, cosificados, vendidos”, aseguran.  

Además, rechazan los actos oficiales y los “discursos vacíos” y e instan a los y las representates políticos a que “no sigan mirando hacia otro lado, no sigan evadiendo la responsabilidad del cumplimiento legislativo, no sigan normalizando la violencia de género, ni permitiendo que se ponga en duda su existencia”, ya que “eso –aseguran- es violencia institucional”.