La Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (WILPF) señala al colonialismo israelí como la principal barrera para lograr la paz con Palestina, al tiempo que condena la constante omisión de llamados para el cumplimiento de las resoluciones de la ONU.
Este colectivo expresa, en un comunicado, su profunda tristeza por la “creciente pérdida de vidas en Palestina e Israel que tiene lugar en un contexto de persistente ocupación israelí, crímenes de guerra e impunidad”. No obstante, condena “todos los ataques contra población civil por parte de todas las partes” y recuerda que estas agresiones indiscriminadas contra civiles “son un delito según el derecho internacional y no pueden justificarse”.
“Los Estados -añade la nota- son un colectivo de pueblos en toda la diversidad con derecho a la libre determinación y a una vida libre, digna y segura. La paz permanente se construye sobre los cimientos de la libertad, la justicia, la no violencia, los derechos humanos y la igualdad”.
Pero “el colonialismo, la ocupación, las políticas de apartheid y la seguridad militarizada han negado las posibilidades de paz”, y prueba de ello es que “a pesar de múltiples resoluciones de la ONU y los llamamientos repetidos, Israel no ha puesto fin a su ocupación ilegal”.
Los ataques actuales, denuncia la agrupación de mujeres, “deben verse en el contexto de una escalada de las acciones militarizadas en los últimos años por el nuevo Gobierno de línea dura de Israel, unidos a décadas de continuas y repetidas violaciones del derecho internacional”.
“Aumentarán las desigualdades sociales y económicas que perpetúan las vulnerabilidades y sitúan en desventaja a las mujeres”
A ello ha contribuido “la ausencia de cualquier acción efectiva por parte de la comunidad internacional”, lo que “ha permitido la impunidad y la continuación de un régimen de apartheid que tiene que terminar”.
“Asedio total” a Gaza
Este despotismo es lo que ha permitido el “asedio total” a Gaza. “No hay agua, comida, electricidad ni se permite la entrada de combustible al territorio. El castigo colectivo exacerba aún más la limpieza étnica y debe parar”, exige WILPF .
Además, el asedio y los ataques constantes “aumentarán las desigualdades sociales y económicas que perpetúan las vulnerabilidades y sitúan en desventaja a las mujeres” [1] , lo que “agravará los impactos de género del actual bloqueo ilegal de 16 años sobre Gaza”.
Mujeres por la paz considera que “se ha priorizado el derecho de Israel a la seguridad por encima de los derechos legales y la seguridad de los palestinos y palestinas. Se ha dejado solo al pueblo palestino y se le ha negado el derecho a defenderse a sí mismo y a su tierra. Se ha penalizado su derecho a protestar pacíficamente. Sus esfuerzos por aislar a Israel cultural y económicamente han sido criminalizados. [2] Incluso se ha etiquetado a las personas defensoras de los derechos humanos como terroristas. La agresión constante ha dejado a la juventud en una desesperación inimaginable”[3]
Exigen un alto el fuego inmediato
Entienden que “la prioridad absoluta es la de evitar nuevas atrocidades y pérdidas de vidas”. Para ello reclaman un “alto el fuego inmediato y la liberación de los rehenes de Hamás y de las personas detenidas ilegalmente por Israel”.
Advierten de que “sólo se logrará una paz duradera y justa eliminando las causas profundas de la violencia y opresión”, por lo que “la comunidad internacional no debería esperar a que se produzca otra escalada de hostilidades para crear un camino realista hacia la justicia y la paz”. Instan a “actuar ahora”.
Piden a los Estados miembros y a los órganos responsables de las Naciones Unidas respetar la Carta de las Naciones Unidas y:
- Exigir que Israel, como potencia ocupante, cumpla con sus obligaciones bajo la legislación internacional y haga todos los esfuerzos necesarios para proteger a las poblaciones civiles en los territorios palestinos ocupados.
- Pedir un alto el fuego inmediato y el fin del uso de armas explosivas a todas las partes en todas las zonas pobladas.
- Exigir que Israel levante el asedio a Gaza y garantice el acceso a bienes esenciales para la supervivencia de la población del enclave.
- Restablecer la ayuda para evitar el castigo colectivo de la población palestina por parte de los donantes y Estados miembros.
- Iniciar un proceso para la paz y la justicia bajo el auspicio de la ONU que ponga en el centro las voces y perspectivas palestinas, en particular de las mujeres, para permitir avanzar hacia la paz.
- Poner fin al apoyo militar y de otro tipo a la ocupación israelí de Palestina y su régimen apartheid.
[1] Para ejemplos de los impactos de género de la ocupación de Israel, véase: “Palestinian Women Under Prolonged Israeli Occupation: The Gendered Impact of Occupation Violence,” Joint Submission to the UPR Working Group 29th Session (August 2017) by Community Action Center (CAC), The Palestinian Center for Development and Media Freedoms (MADA), Women’s Centre for Legal Aid and Counselling (WCLAC) and Women’s International League for Peace and Freedom (WILPF). Disponible en: https://www.wilpf.org/report-release-palestinian-women-under-prolonged-israeli-occupation-thegendered-impact-of-occupation-violence/ y Palestinian Women: The Disproportionate Impact of The Israeli Occupation (November 2018), por The Palestinian Initiative for the Promotion of Global Dialogue and Democracy (MIFTAH), Palestinian Working Woman Society for Development (PWWSD), Women’s Centre for Legal Aid and Counselling (WCLAC), Women Media and Development (TAM), and Karama. Disponible en: http://www.miftah.org/Display.cfm?DocId=26522&CategoryId=8
[2] https://bdsmovement.net/news/statement-european-legal-scholars-defending-right-support-bds-palestinian-rights
[3] https://www.ohchr.org/en/press-releases/2022/04/israelpalestine-un-experts-call-governments-resume-funding-six-palestinian