Más de cien feministas han presentado un manifiesto en favor de la Renta Básica. La declaración está abierta a adhesiones y ha reunido a activistas, académicas, periodistas, escritoras y mujeres de diversos espacios y profesiones en la demanda de utilizar la fuerza del movimiento feminista para promover iniciativas que garanticen el sostenimiento de la vida.
La promotoras del escrito precisan lo que entienden como Renta Básica: “Nos referimos a aquella individual, universal e incondicional mediante la que se le proporciona a toda la ciudadanía (mujeres, hombres de cualquier edad, y también niños y niñas) el mínimo necesario para vivir”.
Una forma de redistribuir la riqueza
Explican, asimismo, qué supone aplicar a su demanda la perspectiva feminista: “Esta Renta Básica debe ir vinculada a la defensa y ampliación de los derechos y servicios públicos: sanidad, educación, aquellos relacionados con los cuidados y aquéllos que están por desarrollar, como el de la vivienda”. Y es que las firmantes del manifiesto tienen la convicción de que “cuando estos servicios se contraen o empeoran, la consecuencia es más trabajo sobre nuestros hombros y más incertidumbre en nuestras existencias”. Entienden, de hecho, que los servicios públicos contribuyen a “darnos más poder, más tiempo y más libertad”.
El texto destaca que “la renta básica no es ni una concesión ni un regalo”, sino una “forma radical de redistribuir toda la riqueza que producimos colectivamente” y puntualiza que ésta “no es sólo la que tiene que ver con el empleo, es también el valor que generamos en los hogares donde se garantizan los cuidados, es también la contribución social que todas y todos generamos en forma de información, saberes, cultura que no por no ser monetizados dejan de ser riqueza colectiva”.
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