BEGOÑA GOROSPE | FORUM FEMINISTA MARÍA DE MAEZTU 
«Las mujeres tenemos que estar en todos los centros de decisión»

La veterana activista y representante del Forum Feminista María de Maeztu Begoña Gorospe tiene claro que, para avanzar en el camino hacia la igualdad, “las mujeres tenemos que estar en todos los centros de decisión”, sin privilegiar unos sobre otros. “Da lo mismo el nivel; en todos las facetas de la vida hay lugares donde se decide y tenemos que estar ahí”.

Esta es una conclusión clara que se trajo de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing de 1995, a la que acudió como representante de su grupo.

“En Beijing se consensuó una agenda global, se reconoció el carácter estructural de la desigualdad y se concretaron medidas de avance. Esos tres puntos como metodología serían líneas de trabajo en las que profundizar”, precisó en una charla organizada hace unos días por el Instituto Vasco de la Mujer.

“Beijing no es historia; es una realidad en este momento”

Y es que, en su opinión, “la plataforma de Beijing tiene que ser centro de los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030. Beijing no es historia, es una realidad en este momento”.

La representante del Forum Feminista María de Maeztu forma parte de la comisión consultiva de Emakunde y este órgano, con el apoyo del Consejo de la Juventud de Euskadi, trata de activar un foro de asociaciones que trabaje en los objetivos pendientes de la agenda de aquella cita internacional. Se trata de la iniciativa Compromiso Vasco con la Igualdad Beijing + 25

“Me parece que la articulación feminista es imprescindible para la inciencia sociopolítica; es la columna vertebral del trabajo”. Esa es otra enseñanza que trajo de Beijing, aunque advirtió de que “para cualquier pacto y redes hace falta financiacion”, ya que “llevar adelante este trabajo precisa de recursos económicos y de otro tipo”.

Gorospe rememoró la experiencia de la cuarta conferencia internacional, a la que se sumaron 40 mujeres de asociaciones vascas. Allí se unieron a las casi 30.000 representantes de cinco continentes, “todas tan distintas en razas, culturas”, que pintaron la ciudad de colores y le ofrecieron un “espectáculo fabuloso”.

Cada continente ocupaba una carpa y en ellas se organizaban charlas, cultura, folclore y experiencias desarrolladas en los distintos lugares, donde se podía obtener “una panorámica global de la situación de las mujeres”.

“La fuerza de las mujeres”

En otro montón de carpas más pequeñas se discutía por temas, en medio de un ambiente “extraordinario, de una fuerza y energía positiva que se podía cortar con un cuchillo. Las mujeres allí nos conocimos nos reconocimos y nos dimos cuenta de la fuerza y capacidad de organización que tenemos y de cómo podemos transformar las cosas”.

Esa energía se traslada luego a las instituciones. La conferencia de Beijing sirvió, dice, para que se desarrollase la ley de Igualdad vasca de 2005. También para la “aceptación de los conceptos y contenido de empoderamiento y transversalidad”.

Pero, si bien legislar es importante, reconoce que no es suficiente. “Desde Beijing nos instaban a que las decisiones se cumplieran y esto lo tendremos que tener en cuenta para algún tipo de acciones”, ahora que se está revisando la ley de Igualdad de 2005.