«La catastrófica situación humanitaria en el Mediterráneo oriental está llegando a niveles inimaginables»

Activistas de Ongi Etorri Errefuxiatuak se concentraron ayer ante los consulados de Grecia y Turquía en Bilbao en protesta por por la violación de derechos humanos en la frontera greco-turca con lo que consideran la “complicidad de la UE”.

Reproducimos el comunicado que ha difundido la organización:

Las últimas noticias que nos llegan de Siria, Turquía y Grecia, así como la situación en la ruta migratoria de los Balcanes, hacen que salten las alarmas de todas las personas con valores humanos y democráticos. La escalada de la guerra en Siria, donde un régimen tiránico junto a grandes potencias mundiales y regionales parecen decididos a provocar un genocidio en los pueblos sirio y kurdo, ha generado nuevos desplazamientos de población siria que, junto al movimiento forzado de personas, hacen que en el Mediterráneo oriental una situación humanitaria, ya catastrófica, esté llegando a niveles inimaginables.

El cierre de su frontera con Turquía por parte de Grecia y de la frontera con Siria por parte de Turquía, ambos países pertenecientes o con acuerdos con la Unión Europea, el comportamiento cruel e inhumano de sus respectivas fuerzas policiales y militares, la utilización de la situación de las personas refugiadas con fines políticos, el desarrollo de movimientos xenófobos en contra de las personas que migran, contra periodistas y contra las organizaciones humanitarias como la vasca Zaporeak en Lesbos y No Name Kitchen en Sid (Serbia), hace que pidamos a la sociedad civil europea y vasca no quedarse de brazos cruzados.

Exigimos al gobierno turco que abra sus fronteras con Siria, que dé un trato humanitario a las personas que huyen de la guerra y que no utilice la situación de las personas migrantes y refugiadas ni para sus planes políticos en el norte de Siria ni para lograr concesiones en sus negociaciones con la Unión Europea.

“La suspensión del derecho de asilo anunciado por el gobierno griego y el húngaro es una violación flagrante de la Convención de Ginebra”

Exigimos al gobierno griego que abra sus fronteras y que, abandonando su política represiva y de amenazas como las maniobras militares en el mar fronterizo con Turquía, dé un trato humanitario a las personas que quieren entrar en la Unión Europea garantizando su derecho al libre desplazamiento por Grecia en su tránsito hacia Europa central. La suspensión del derecho de asilo anunciado por el gobierno griego y el húngaro es una violación flagrante de la Convención de Ginebra.

Exigimos a la UE que abra sus fronteras y mejore y resuelva las condiciones en las que se obliga a vivir a la gente que llega a Europa huyendo de la guerra o de la pobreza extrema. Que abra rutas legales y seguras para evitar que quienes huyen de los conflictos y persecuciones se tengan que jugar la vida para llegar aquí, que respete los derechos humanos en las fronteras y proteja a las personas.

Y apelamos a los gobiernos español y vasco directamente implicados en el cierre de la frontera Sur europea y en la venta de armas a Turquía que en Europa lidera el Estado español, a que exija a sus pares el restablecimiento de los derechos secuestrados, y a que inicie un cambio en su política migratoria garantizando vías seguras de llegada a nuestro país.

Llamamiento de CEAR-Euskadi

La Comisión de Ayuda al Refugiado en Euskadi (CEAR-Euskadi), en boca de su directora, Patricia Bárcena, ha hecho, por su parte, un llamamiento a los partidos políticos vascos con representación en Madrid y Bruselas para que “incidan en que se dé una respuesta a esta situación acorde al respeto de los derechos humanos de las personas que se ven obligadas a huir de sus países y buscan refugio en Europa”.

En concreto, CEAR-Euskadi muestra su preocupación por la suspensión del derecho de asilo anunciada por el gobierno griego y por la vulneración de los derechos humanos que están sufriendo las personas refugiadas que llegan a Europa por Turquía hacia el país heleno.

Además, la organización muestra su solidaridad con las compañeras de las ONG que están trabajando en Lesbos y están sufriendo ataques racistas, como el caso de Zaporeak. “Queremos mandarles todo nuestro apoyo desde aquí”, apunta Bárcena, y también muestra su preocupación por la actitud de Grecia, ya que, “el derecho de asilo no es algo que se pueda suspender, así como así. Grecia ha firmado y ratificado la Convención de Ginebra como el resto de países de la Unión Europea, por lo que está obligada a cumplirla”.