Cuando el maltratador es un ‘marido honorable’ y además influyente

Cuesta creerlo, pero cualquier mujer puede ser víctima de un maltratador. Un caso alejado de los tópicos es el de la médica de Huesca Paloma Delgado. Ella y su marido, Luis Irzo, licenciado en Química y concejal del PP de Huesca, formaban una pareja educada y aparentemente modélica. Pero eso, como suele suceder en estos casos, era sólo de puertas para afuera.

Ella llevaba recibiendo palizas desde los dos meses de su boda, en 2014. Aguantó doce años y soportó también que torturase a sus tres criaturas antes de armarse de valor y presentar una denuncia que culminó su tramitación en 2019.

Los detalles de la sentencia dan idea del horror que tuvo que soportar. A las criaturas las “sometía a un clima de dominación, menosprecios, insultos y constante agresividad”. Rompía “a patadas sus juguetes”, las golpeaba o agarraba “por el cuello o por el pelo” y les aplicaba “castigos totalmente desproporcionados a la menor ocasión”.

Según declara probado el fallo, llegó a obligar a una de sus hijas a tragarse la comida que había vomitado, a otra le metió la cabeza en el plato cuando no quería comer y dos tuvieron que cenar de rodillas guisantes pisoteados en una ocasión. La madre grabó horas de estos episodios y los presentó como pruebas.

Ni reconocimiento ni arrepentimiento

De un proceso judicial, “largo y duro”, resultó una sentencia condenatoria de un 1 año y 9 meses por cada persona maltratada, lo que suma más de siete años. La Audiencia Provincial y el Tribunal Supremo ratificaron el fallo.

Pero resultó que el Juzgado de Huesca decidió conmutar la pena por trabajos para la comunidad y un curso de violencia de género, al considerar las penas por separado. Esto impide, a su vez, que se acumulen, como pide la Fiscalía; que el maltratador entre en prisión, y que las órdenes de alejamiento, también conseguidas, se prolonguen hasta que los hijos e hija sean mayores de edad.

“No pedimos venganza, pero, por favor, salven a mis hijos de un sufrimiento que no merecen”

El no ha reconocido los hechos ni ha mostrado arrepentimiento y, a consecuencia de la resolución del Juzgado de Huesca, podrá ver a sus criaturas pronto.

Paloma Delgado lanza un grito desesperado a través de la plataforma change.org para que Audiencia Provincial de Huesca contemple el cómputo acumulado de las penas.

“Aunque nuestro maltrato no ha tenido consecuencia punitiva alguna, no pedimos venganza, pero, por favor, salven a mis hijos de un sufrimiento que no merecen”, suplica. Como muchas otras madres, teme que les ocurra lo peor.