Los piquetes silenciosos y otras estrategias feministas contra la guerra en Rusia

La resistencia feminista contra la guerra en Rusia surgió dos días después de declararse la guerra y se ha expandido rápidamente en redes horizontales para intentar que las células sean autónomas y evitar que las detenciones de las componentes de una de ellas afecten a las otras. Lo único que une a todos los grupos es un manifiesto al que se han adherido.

Las organizaciones feministas rusas tienen a su favor que no se las ha tomado demasiado en serio, por lo que cuentan con más margen de maniobra que otros movimientos. Con todo, en las pasadas semanas se ha identificado, detenido y encarcelado a mujeres que participaban en protestas por lanzar tuits o por participar en piquetes silenciosos (ver abajo).

También han sido objeto de registros o se han fabricado falsos casos penales contra ellas. Incluso hay quienes se han visto obligadas a abandonar el país. Hay constancia de torturas y de abusos físicos y psicológicos.

“Están siendo también acosadas por nacionalistas rusos o incluso nazis, neonazis y activistas de extrema derecha”

La represión no sólo viene del Estado. Están siendo también acosadas por nacionalistas rusos o incluso nazis, neonazis y activistas de extrema derecha. Los partidarios de la guerra las señalan con la letra ‘Z’ en las puertas de sus casas y se ven obligadas a mudar de domicilio.

Todos estos ataques a su libertad provocan que las acciones tengan que ser discretas. Dos activistas no identificadas explican en una entrevista publicada en ‘Holod.media’ cuáles son sus estrategias de lucha en estos tiempos.

Piquetes silenciosos

Las mujeres llevan lemas contra la guerra en sus bolsos o ropa todos los días. Según cálculos conservadores, unas 3.000 personas han protestado ya mediante ‘piquetes silenciosos’. Y cada día siguen saliendo más en las distintas ciudades de Rusia, pequeñas y grandes, y en pueblos y aldeas. Algunas activistas han sido encarceladas por participar en esta forma de protesta.

Descentralización

No utilizan canales de chat porque a las activistas les confiscan los teléfonos, las registran y se las llevan para interrogarlas. Cuando hay una necesidad urgente de ponerse en contacto con con otro grupo lo hace una representante previamente designada de cada célula feminista.

Columna feminista en las manifestaciones

Una columna feminista desfiló el 6 de marzo dentro de las protestas contra la guerra en Moscú, San Petersburgo y otras ciudades. La víspera algunas feministas fueron registradas, otras detenidas, y la policía intentaba dejar fuera de juego a la célula de coordinación de la protesta. Lo consiguió en parte.

Flores contra la guerra para crear nuevas redes

El 8 de marzo, se pidió a las participantes en las manifestaciones que depositaran flores en los monumentos de la Gran Guerra en memoria de la población civil muerta de Ucrania.

La intención de esta propuesta no era sólo simbólica: querían que las mujeres pudieran traspasar el bloqueo informativo y las trabas al activismo y se conociera y creara nuevas redes. El resultado fue positivo, ya que en muchas de estas acciones se constituyeron nuevos grupos. Se unieron 103 ciudades, unas 80 en Rusia y el resto en otros países: Alemania, Francia, España e India.

‘Carta de la desgracia’

También se han lanzado correos virales en WhatsApp y Odnoklassniki (la segunda red social más utilizada) para contrarrestar la propaganda oficial y la acción de otras fuentes progubernamentales que colapsan el espacio informativo.

El formato es similar al de las ‘Cartas de la felicidad’, esos mensajes que hay que enviar a una serie de personas, o de lo contrario se amenaza con que no habrá dinero, felicidad o salud. Sólo que a estas cartas las llaman ‘Carta de la desgracia’ en consonancia con su contenido.

Las promotoras se ponen en contacto con ucranianas que siguen en su país o que han huido, y si tienen la oportunidad o el deseo de decir se les pasan estos mensajes a las mujeres rusas, que los viralizan. “Es muy importante transmitir testimonios en vivo de lo que está ocurriendo. Peguntamos a las mujeres cómo viven ahora, cómo se sienten, cómo se las arreglan con sus hijos en este infierno”, explican.

Coordinación con la oposición

Las células feministas se comunican constantemente con otros movimientos de la oposición, para tratar de coordinar acciones. Entre ellas, con el movimiento Viasna, gente de las antiguas estructuras de Alexei Navalny (reconocida como organización extremista en Rusia). En estas relaciones han desarrollado “esquemas probados de ayuda y apoyo mutuo, herramientas activistas que ahora se están reorientando hacia la lucha contra la guerra”.