La otra guerra de Oriente Medio que masacra a las mujeres

Ocho movimientos y organizaciones de mujeres del norte y el este de Siria, impulsados por la organización regional Kongra Star, han enviado una carta abierta a las Naciones Unidas y a diversos organismos europeos en la que piden una acción inmediata para poner fin a los continuos desmanes de Turquía contra la región, acciones que violan el derecho internacional.

Entre los firmantes figuran Kongra Star, el Consejo de Mujeres de Siria Septentrional y Oriental, la Unión de Mujeres Armenias, el Centro de Investigación para la Protección de los Derechos de la Mujer, el Consejo de Mujeres Sirias, la Unión de Mujeres Sirias, la Unión de Mujeres Yezidíes de Rojava y la Unión de Mujeres Zenubia

Desde el pasado 4 de octubre, Turquía ha lanzado repetidos ataques contra el norte y el este de Siria y su diversa población, que incluye kurdos, árabes, armenios, circasianos, turcomanos y siriacos. Según informa Medyanews, Turquía justifica su agresión relacionando el norte y el este de Siria con una acción llevada a cabo por el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en Ankara el 1 de octubre.

La carta hace un llamamiento a las instituciones internacionales para que asuman su responsabilidad, y se dirige en particular a las mujeres que ocupan cargos políticos importantes, a quienes insta a “contribuir eficazmente al establecimiento de una sociedad basada en la libertad de la mujer”.

Desde 2018, más de 250 mujeres han sido secuestradas en la región de Afrin, controlada por Turquía

Subraya también que Turquía ha cometido numerosos crímenes de guerra contra la población del norte y el este de Siria desde que el 4 de octubre hiciera una declaración en la que afirmaba que, tras el bombardeo de Ankara, las acciones turcas contra Irak y Siria estaban justificadas.

Crímenes de guerra

Los crímenes de guerra, agrega la misiva, incluyen ataques intencionados contra civiles, zonas residenciales e infraestructuras vitales, incluidas fábricas de pan, mediante ataques aéreos, ataques con drones y armamento pesado, acciones que constituyen claras violaciones del derecho internacional humanitario, incluidos los Convenios de Ginebra y el Tratado de Roma.

Además de los ataques actuales, la carta señala que Turquía ha eludido garantizar la protección de la población civil en las regiones de Afrin (Efrîn) y Ras al-Ayn (Serê Kaniyê), que ha ocupado violando el derecho internacional. Desde 2018, más de 250 mujeres han sido secuestradas en la región de Afrin, controlada por Turquía.

La carta exige a la comunidad internacional, incluidos los Estados miembros y las instituciones de la ONU, a asumir la responsabilidad de proteger a las personas de la guerra y los crímenes de lesa humanidad. Pide el establecimiento de una zona de exclusión aérea sobre el norte y el este de Siria y responsabiliza a Turquía de las violaciones de derechos humanos y los crímenes de guerra.