La médica Mati Iturralde: «El coronavirus afecta a las personas con vulnerabilidad y a esas tenemos que cuidar»

La médica de Zuia (Araba) y ex dirigente de la izquierda abertzale Mati Iturralde ha insistido en una charla que se ha difundido también en vídeo en que el coronavirus sólo es un riesgo para las personas con patologías previas y que para el resto de la población puede suponer “una semana en la cama y nada más”.

Durante su intervención explicó, tanto la aparición y el desarrollo del virus, como su expansión por distintos países y los motivos de las medidas de contención que se están aplicando. También denunció las informaciones inexactas y catastrofistas transmitidas por muchos medios de comunicación, así como los intereses que se esconden detrás de esta crisis.

«Cuidar y cuidarnos podrá con la epidemia»

Iturralde enfatizó que es momento de reforzar las redes sociales y de solidaridad porque “cuidar y cuidarnos podrán con la epidemia”, así como de atender a las personas mayores y con vulnerabilidad previa. “El coronavirus les afecta a ellas y a esas tenemos que cuidar”.

«Los sistemas de salud no están preparados»

En contra de lo que aseguraron los responsables de los servicios de salud al inicio de la crisis, mantiene que los sistemas vascos y navarro de salud, Osakidetza y Osasunbidea, no pueden hacer frente a esta epidemia. “Funcionan muy bien en general, pero no son elásticos y no están preparados para esto”, aseguró. Esa y no otra es la razón de las medidas de contención: “Ganar tiempo para que haya los menos contagios posibles y no saturar los hospitales”.

En su opinión, las camas disponibles deben reservarse a las personas con enfermedades crónicas para “cuidarlas bien cuidadas, y el resto, aguantarnos si el coronavirus nos tiene una semana en la cama, porque no pasará nada más”. También considera que hay que ocuparse “más que nunca” de las personas que están en las residencias.

Araba y Gasteiz son las zonas más afectadas en la Comunidad Autónoma Vasca. Sugirió que puede deberse a que tiene vuelos directos a Bérgamo, una de las zonas del norte de Italia con más personas afectadas. Le resulta sorprendente, sin embargo, que no se hayan detectado casos en pueblos de alrededor de la capital, como la propia Zuia y, sin embargo, hayan llegado a Haro.

Uno de los focos del coronavirus se sitúa en Txagorritxu, donde la mitad de los positivos son personas trabajadoras del propio hospital. Según reveló, hay “desazón” en la plantilla porque sienten “desprotección frente a la enfermedad y consideran que se están haciendo las cosas de forma precipitada y no se pueden seguir los protocolos”. Sin embargo, les envió un mensaje de ánimo: “Son gente con una edad y con un estado de salud que les permite recuperarse y volverán a la normalidad en un par de semanas”.

Alerta de intereses económicos y políticos detrás de esta crisis sanitaria

Medidas de prevención

En cuanto a las medidas de prevención, explicó que no se ha demostrado la eficacia de las mascarillas ni de los retrovirales que se venden en los centros privados. Vista la experiencia de China, “se ha establecido claramente cómo se contagia: por contacto físico (se considera contacto haber estado a menos de un metro y más de quince minutos de un caso positivo) y por las gotas que salen de nuestra boca cuando tosemos o estornudamos. Pero no las gotas finitas que quedan en el ambiente, sino otras medianas que se caen antes de un metro de distancia. De ahí la importancia esa distancia”, lo que reconoció que “nos cuesta, porque somos una sociedad a la que nos gusta vivir en contacto físico”.

En cuanto al abordaje de la crisis del coronavirus en la potencia asiática, aseguró que su éxito se ha debido a dos factores: la contención (confinamiento de la población de Wuhan) para frenar la expansión del virus, y la rápida construcción de hospitales cercanos, que “acogió a la población que necesitaba asistencia en desarrollo rápido”, y que ahora se están desmantelando. En ese país, las muertes por coronavirus han oscilado entre el 0,7 y 3%, dependiendo de la población a la que afecte.

Ahora la crisis se ha trasladado a Europa, y con ella el miedo. La expansión del virus se ha multiplicado porque en Italia, de momento el país más afectado, no consiguieron contener a la población hasta que han aislado el país. Iturralde invita a “gestionar el miedo de una forma racional sin que suponga un descalabro del sistema y para el cuidado de las personas”.

Combatir el miedo

Animó “a estar atentas” para evitar que este miedo favorezca negocios e intereses políticos y económicos y para evitar caer en la trampa de permitir que piensen por nosotros y nosotras. “Al miedo hay que combatirlo pensando y con espíritu crítico e información fidedigna”, enfatizó. A ello añadió, una “red social que te ayude a salir del bucle”.

Entre los sectores beneficiados por las crisis sanitaria, situó en primer lugar a la industria farmacéutica con “el filón de las vacunas”. Auguró que “dentro de un año las venderán a precio de oro, sobre todo a los países del tercer mundo, y a medio precio a los países avanzados”.

También mencionó el “gran negocio de las mascarillas”. Pese a que “desde el principio se plantearon dudas sobre su eficacia”, su venta ha aumentado un 8000%, “llegando a precios desorbitados”, porque los medios potenciaron la idea de que con ellas “no ibas a coger nada, lo que es totalmente incierto”.

«Nos han vendido en un mismo pack la epidemia y la crisis económica como si ésta fuera un desastre natural»

Críticas a los medios de comunicación

Criticó con dureza el papel de ciertos medios de comunicación, a los que acusó de magnificar la magnitud del problema —“Vamos a estar todos muy enfermos y no vamos a recobrar la salud que teníamos”—, y de “culpabilizar a las personas contagiadas, como las de etnia gitana de Gasteiz”. Les responsabilizó, asimismo, de ocultar datos que si se conocieran ayudarían a relativizar esta crisis sanitaria. Entre ellos, los siguientes:

  • En el Estado español se diagnostican al año 270.000 cánceres, “que tienen tratamientos de costo desorbitado y es el mayor negocio que la industria farmacéutica ha tenido en los últimos cien años”.
  • En Euskal Herria, 578 trabajadores y trabajadoras han muerto en la última década en el desarrollo de su función laboral.
  • En cada temporada de gripe, se estiman 6.000 muertes.
  • En la UE, 8 millones de personas mueren al año por contaminación ambiental.
  • Según la FAO, 6 millones de niños y niñas, personas menores de 14 años, murieron de hambre en el mundo en 2017, último año con datos disponibles.

En relación a otros intereses, subrayó que, en una lógica difícil de encontrar, “nos han vendido en un mismo pack la epidemia y la crisis económica con la que parece que nos tenemos que conformar, como si ésta también fuera un desastre natural”. Vaticina que el siguiente paso serán el aumento del paro y las rebajas salariales.

Aconsejó “hacer frente al miedo en colectivo” porque, si nos quedamos en casa viendo la televisión, “pensando que se va a producir una hecatombe mundial de la que no vamos a poder salir, estaremos entrando en la trampa de permitir que piensen por nosotros y nosotras”. También en la tentación de ser insolidarios e insolidarias, y de aceptar una recesión como inevitable, lo que puede paralizarnos y evitar que nos organicemos.