MARIA LUISA BALAGUER | MAGISTRADA DEL TC 
«La Constitución impide legalizar la prostitución y la maternidad subrogada»

La magistrada feminista del Tribunal Constitucional María Luisa Balaguer afirma que la prostitución y los vientres de alquiler no son legales porque la Constitución lo impide. “Si no tenemos legislación sobre la prostitución y la maternidad subrogada es porque no caben en el artículo 10 de la Constitución”. Esa disposición garantiza la dignidad y el libre desarrollo de la personalidad.

La magistrada recomienda recurrir a ese artículo para luchar contra esas dos formas de explotación del cuerpo de las mujeres y avisa de que no es el único instrumento. Los artículos 9.2 y 14, que garantizan la libertad y la igualdad,  también dan soporte a esas luchas. “Tenemos en el marco de la Constitución muchas posibilidades para defender los derechos de las mujeres”, animó a quienes puedan experimentar temor por el eventual avance de posiciones regulacionistas.

“La prostitución o la maternidad subrogada no son indiferentes a ninguna mujer y desprestigian a todo un colectivo”

Balaguer participó recientemente en el ‘Congreso Internacional Debates Teóricos y Jurídicos:  Explotación Reproductiva y Gestión Comercial’, organizado por la Red Académica de Estudios sobre Prostitución y Pornografía, y el Grupo de Investigación de Alto Rendimiento en Feminismo y Género de la Universidad Rey Juan Carlos.

La veterana jueza y catedrática de Derecho Constitucional considera que la prostitución y la gestación subrogada son intentos de instrumentalizar el cuerpo de las mujeres que  desde el feminismo se tratan de contrarrestar. Precisó que existen formas más sutiles de cosificarlo, como la publicidad, pero esas dos prácticas burdas “atañen directamente a las mujeres como sujetos corpóreos” y encierran un acusado contenido político.

El Tribunal Constitucional, a través de sus sentencias, protege la dignidad de todo un colectivo a demanda de uno solo de sus miembros. Balaguer explicó que atentar contra la dignidad de una persona o recortar sus derechos por una circunstancia particular tal como su raza o sus capacidades físicas afecta a todo el colectivo y así lo entiende el tribunal.

“No se puede comercializar lo que ataca a la dignidad”

Este principio se aplica también a la prostitución y a la maternidad subrogada. “Quien las defiende diciendo que entra dentro de la libertad de la mujer no está haciendo el planteamiento correcto. La prostitución o la maternidad subrogada no son indiferentes a ninguna mujer y desprestigian a todo un colectivo concreto”.

Sindicato OTRAS

Reconoció que no se puede negar que cada quien haga en su intimidad lo que quiera y a eso no se puede oponer ninguna objeción. Otra cosa es “comercializar públicamente una opción de vida que ataca frontalmente a la dignidad”, puntualizó.

Ejemplo de ello es la sentencia que impidió el intento del sindicato de  ‘trabajadoras sexuales’ OTRAS  de legalizar los prostíbulos. “El Tribunal Supremo es muy claro. Decía que el sindicato puede ser legal siempre y cuando no se dedicara a la prostitución”, término que se evitó utilizar en el recurso.

A su juicio, el Supremo dijo “expresa y taxativamente” que no se puede legalizar la prostitución porque “va contra la dignidad de las personas y es un objetivo ilícito que afecta al orden público”. La sentencia tiene su base en la Constitución y en el artículo 1255 del Código Civil: “Los contratantes pueden establecer los pactos, cláusulas y condiciones que tengan por conveniente, siempre que no sean contrarios a las leyes, a la moral ni al orden público”.

Sexo y género

La magistrada, que ha emitido numerosos votos particulares para tratar de dotar de una perspectiva feminista a las sentencias del alto tribunal, se mostró también preocupada por las recientes definiciones que asimilan sexo y género, por lo que en un fallo reciente definió “en términos claramente establecidos” cada uno de esos conceptos.

“Feminismo era antes un término problemático, pero ahora lo es género porque induce a confusión”

“El sexo es biológico y el género es social. No se puede cambiar la biología porque es naturaleza”. Añadió que con esa distinción que afirma que “desde un punto de vista biológico, sexualmente, las mujeres son mujeres,  y los hombres son hombres” inicia un camino en el Tribunal Constitucional para tratar de deslindar los derechos de las mujeres, por una parte, y los de los hombres, por otra.

Con esta iniciativa pretende también “arrinconar” el concepto de género, que aparece por primera vez en la legislación española en la ley de violencia de género de 2004 y que se implementó siguiendo la estela de las feministas Latinoamericanas.  En aquel tiempo, señala, ‘feminismo’ era un término problemático pero en estos momentos lo es la idea de ‘género’ que “ha adquirido una amplitud semántica que induce a confusión”.

Balaguer se ha postulado como próxima presidenta del Tribunal Constitucional: “Aceptaría encantada como una manera de darle vigor al feminismo”, señala un titular de ‘Público’.