«Gracias a la protección de mi madre, María Salmerón, estoy aquí»

La hija de María Salmerón, Miriam Ruiz, podría haber sido una de esas niñas víctimas de violencia vicaria. Le podía haber sucedido lo que a Jordi, de 11 años, que fue asesinado a cuchilladas el pasado día 3 por su padre en Sueca (Valencia) para vengarse de su madre. O lo que a tantos niños y niñas antes, víctimas de hombres violentos y despechados… Pero evitó el riesgo gracias a su progenitora.

María Salmerón lleva veinte años sufriendo violencia institucional por proteger a su hija de un padre maltratador a quien no quería ver. Este la ha denunciado reiteradamente por desobediencia, lo que le ha supuesto condenas de prisión.

Ha sido indultada tres veces por distintos gobiernos del PP pero el último, parcial, fue revocado en 2018 y el pasado 29 de marzo el Juzgado de lo Penal número 6 de Sevilla emitió una providencia en la que requiere su entrada voluntaria en prisión para cumplir nueve meses de cárcel por una condena de 2019.

Además de convocarse numerosas concentraciones de apoyo para el jueves y una campaña en change.org para exigir su indulto, que registra ya casi 60.000 firmas, la propia hija de Salmerón, Miriam Ruiz, ha lanzado otra iniciativa en la plataforma osoigo para “pedir justicia de verdad”.

«Castigada y revictimizada»

“Yo podía haber sido una de esas niñas víctimas de violencia vicaria, pero gracias a la protección de mi madre estoy aquí”, arranca su declaración.

Ruiz denuncia que su madre, no sólo sufrió violencia de género física emocional y sexual a lo largo de su relación, sino que su progenitor “la ha prolongado de manera judicial e institucional durante estos últimos veinte años”. 

Mi madre se separó de su agresor cuando yo tenía sólo cinco meses, con la esperanza de poder protegerme y de que yo no creciera en un clima de violencia. Lo que ella no sabía en ese momento es que sería castigada y revictimizada por la propia ‘justicia’ hasta el día de hoy”.

Asegura que no quiere ver a su padre desde que tiene uso de razón.Siempre ha sido una persona fría, distante y violenta, y sentía miedo”. Se trata, según ella, de “un hombre que nunca me ha abrazado, ni me ha dicho que me quiere, ni me ha hecho un plato de comida caliente o me ha felicitado por mi cumpleaños”.

Condenado por maltrato habitual a 21 meses de prisión nunca llegó a pisar la cárcel, “pero su víctima tendrá que hacerlo únicamente por proteger, cuidar y respetar la decisión de la hija de ambos”.

La violencia sufrida ha mermado la salud de María Salmerón, y también la estabilidad emocional de su hija. “Llevo desde los 15 años con el miedo de que la persona más importante de mi vida entre en prisión de un momento a otro. Como si fuera una delincuente, cuando lo único que ha hecho es velar por mi tranquilidad. Lo contrario a los jueces y equipo psicosociales”.

«El sistema le ha permitido a mi progenitor robarme la infancia y arruinarnos la vida a ambas»

Su pesadilla, dice, está ahora a punto de hacerse realidad y por eso clama por que se presente una nueva petición de indulto al Consejo de Ministros.

Ruiz quiere dejar patente las incongruencias de un sistema que “ha convertido a una víctima de violencia de género en la persona más indultada de España” y que desprotege un revictimiza a las mujeres. María Salmerón tiene que pagar más de 80.000€ entre indemnizaciones y costas judiciales, y lleva con su nómina laboral embargada desde 2008.

“El sistema le ha permitido a mi progenitor robarme la infancia y arruinarnos la vida a ambas. Va a conseguir irse de rositas, mientras mi madre esté entre rejas y no a mi lado. El maltratador ha ganado. ¿Cuántas batallas más tenemos que perder las víctimas para que algo cambie?”