LECTURAS DEL COVID-19 | RITA SEGATO 
«El mundo debería haberse preparado para esta pandemia y le seguirán otras sorpresas»

La pandemia del COVID 19 ha mostrado lo mejor y lo peor de la condición humana, pero si algo ha puesto de manifiesto son las enormes desigualdades que existen en la sociedad, a las que ya no les podemos dar la espalda. También nos ha recordado la fragilidad del ser humano. La salida de la crisis va a precisar de solidaridad, pero no entendida en un sentido abstracto, sino como reciprocidad. “Sin un tú, al que das la posibilidad de devolverte algo aunque sea en forma de afecto, la solidaridad no es real”, afirma la antropóloga Rita Segato.

Segato participó hace unos días, junto a la filósofa Diana Maffía y a la socióloga Dora Barrancos, en un conversatorio organizado por la asociación argentina Aralma. El objetivo del encuentro era analizar el impacto social de la pandemia del COVID-19 y contrarrestar la ausencia de voces femeninas en los medios de comunicación.

La cita, además, coincidió con la conmemoración del quinto aniversario del movimiento Ni una menos, que convirtió la denuncia de la violencia que sufren las mujeres en Argentina en un clamor masivo. La conferencia, presentada por Sonia Almada, presidenta de Aralma, reunió a casi ocho mil asistentes virtuales en directo por streaming (clica para verla en diferido).

«Posición de no saber»

Segato asume que esta crisis nos sitúa en la “incerteza, en una posición expectante, de no saber”, y nos enseña a aceptar que “el futuro se va a presentar de forma sorprendente”.

Sin embargo, entiende que no era algo inesperado, puesto que ya lo habían anunciado los movimientos conservacionistas que hablaba de la “inminencia de catástrofes”, y cree que el mundo “debería haber estado preparado” para una eventualidad de este tipo.

«Los gobiernos centrales, las corporaciones y los bancos no hicieron caso de los avisos porque la pandemia plantea cambiar la gestión global»

Sin embargo, los gobiernos —no los locales, sino los “gobiernos centrales aunados con las corporaciones y a los bancos— no hicieron caso”, porque la pandemia plantea la necesidad de “cambiar la gestión global, algo contrario a sus intereses”.  

La antropóloga argentina augura que a esta crisis le seguirán “otras sorpresas” y que quienes gobiernan el mundo tampoco harán caso de las alertas previas. Barrancos se mostró de acuerdo con que habrá nuevas calamidades, dada “la mala relación entre la especie humana y la naturaleza”.

Para las ponentes, la pandemia dará pie a repensarnos como sociedad y a revisar nuestras prioridades. Coinciden en que la crisis requerirá una salida comunitaria articulada por el Estado, si bien Barrancos no ve próximo el fin de capitalismo y aspira únicamente a más Estado del bienestar. Uno de sus pilares sería la renta básica que, a juicio de Maffía, debería ser universal.

La crisis ha mostrado nuestras vulnerabilidades. Los elementos que durante el encierro necesitábamos para nuestra supervivencia y seguridad quedaban lejos y los países más poderosos (EE UU) quisieron acapararlos.

Es el caso del material de protección necesario, cuyo grueso se fabrica en China. O de los alimentos básicos, que han tenido que atravesar largas distancias hasta llegar a los puntos de abastecimiento. Ello pone en evidencia la necesidad de revisar la distribución de recursos básicos, según estas expertas.

«Soberanías arraigadas»

Rita Segato entiende que la alternativa es el desarrollo de las “soberanías arraigadas”, esto es, las soberanías locales que tienen como eje la comunidad, y las “soberanías varias de las personas para ser capaces de vivir en situaciones de indefensión”.

La crisis, de todos modos, no ha afectado igual a todo el mundo. Según la antropóloga, la han sufrido de modo especial las mujeres, las personas racializadas y las clases populares. Las desigualdades han quedado más marcadas, aunque para ella el concepto desigualdad “se ha quedado corto”.

Indignadas por la absolución de tres hombres que violaron en grupo a una menor en Argentina al considerala el fiscal «un desahogo»

Segato, más que desigualdades sociales, ve “una estructura social de dueñidad” cuya base es el patriarcado. Un patriarcado que construye la primera vulnerabilidad de las mujeres en la apropiación de sus cuerpos y que superpone a ella todas las demás vulnerabilidades.

En opinión de Diana Maffía será complicado hacer frente a las violencias sobre las mujeres, porque los avances legislativos se ven frenados por “un terreno de crueldad e impunidad” presente en la memoria social, que “lleva a esa apropiación impune de los cuerpos”.

Violación como «desahogo»

Al hilo de esta cuestión, mostraron su indignación por la absolución de tres hombres que violaron en grupo a una menor de 16 años en Argentina al considerarlo el fiscal “un desahogo”. Barrancos aseguró que este tipo de situaciones muestran la “violencia constitutiva de la sociedad” y abogó por una educación que erradique los estereotipos asociados a los géneros.

Segato calificó de “atrocidad” la actuación del fiscal y exigió un cambio en la administración de justicia porque los tribunales son “escuelas” y las sentencias “ejercen una dimensión pedagógica en la sociedad”. Aprovechó para pedir que el feminismo ponga el foco en ese ámbito porque “cada día asistimos a un espanto”.

En relación al futuro, Maffía rechaza volver a “una normalidad de una crueldad e injusticia enorme” y apuesta por “una nueva normalidad con mejores formas de relacionarnos”, lo que se traduce en poner en el centro de la vida el cuidado interpersonal comunitario, distribuido socialmente. A su juicio, no cambiarán las necesidades, sino los modos de satisfacerla.

Pero, para Barrancos, construir “plataformas sororas” va a ser más difícil por las medidas de aislamiento y distanciamiento y porque, en medio de las crisis, la solidaridad es más difícil de practicar, ya que lo que las caracteriza es el “sálvese quien pueda”.

De todos modos, como “la sororidad y la solidaridad se aprenden”, sueña que tal vez este período de dificultades nos ofrezca la oportunidad de comenzar con ese entrenamiento.