RESEÑA LITERARIA 
El consentimiento pervertido

Título: El consentimiento
Autor: Vanessa Springora
Traducción: Noemí Sobregués

Editorial: Lumen
Nº de páginas: 192

“Aparte de en los artistas, solo hemos visto semejante impunidad en los curas. ¿La literatura lo disculpa todo?”

¿Cómo denunciar al escritor violador, al pedófilo pederasta que abusó durante décadas de niñas y niños mientras era aclamado por la crítica literaria que consideraba las obras en que describía estos abusos como el colmo de la modernidad y la transgresión?

En la propia escritura encuentra Vanessa Springora la respuesta. Víctima desde sus trece años de Gabriel Matzneff, depredador sexual disfrazado de intelectual rompedor, recoge en ‘El consentimiento’ los mecanismos de manipulación y abuso que el célebre escritor empleaba para satisfacer sus deseos narcisistas y los modos en que todo el entorno permitía esa violencia ya fuera mirando para otro lado o bien naturalizándola como expresión de una supuesta liberación de las costumbres.

“ – Te recuerdo que sólo tengo quince años, como sabes, así que no puede decirse que sea una “mujer”. Además, ¿qué sabes tú de las mujeres? Superada la barrera de los dieciocho años, ya no te interesan para nada.”

En la voz de la autora late a lo largo de la narración la ambivalencia que presidió su vida aquellos años: sentirse halagada por las atenciones del famoso escritor y percibir a la vez la extrañeza de que nadie hiciera nada para parar aquel despropósito; sentirse enamorada del hombre que describe en sus novelas sus viajes a Manila a donde acude para abusar impúnemente de niños prepúberes; sentir una rabia desbocada hacia su madre tanto por tratar de impedir la relación en principio como por ceder más tarde y, en este caso sí, consentir.

“Llevo muchos años dando vueltas en mi jaula, albergando sueños de asesinato y venganza… atrapar al cazador en su propia trampa, encerrarlo en un libro.”

Mediante la descripción precisa de breves escenas muy significativas Springora capta casi fotográficamente el mapa de una mente adolescente eclipsada por un engañoso romanticismo amoroso y literario y la anatomía de una cultura indulgente de hecho con la violencia sexual. Su adolescencia robada queda atrás pero el daño permanece. Al reapropiarse de su historia y plasmarla en un libro la autora conjura el dolor, pone voz al silenciamiento causado por la culpa y la vergüenza que tan a menudo es la garantía de impunidad para los criminales.

“¿Por qué una adolescente de catorce años no podría amar a un hombre treinta años mayor que ella? Cien veces había dado vueltas mentalmente a esa pregunta. Sin darme cuenta de que estaba mal planteada, desde el principio. Lo que había que cuestionar no era mi atracción sino la suya.”

Tras la historia concreta el mensaje que se lee en la escritura sintética y concentrada de Vanessa Springora es la terrible perversidad de hablar de consentimiento cuando éste está atravesado por un aplastante desequilibrio de poder. La autora nos brinda generosamente un ejemplo práctico de cómo el verdadero empoderamiento de las mujeres pasa por tomar la palabra y llamar alto y claro a la violencia y a los violadores por sus nombres.

El título original de esta reseña es ‘El escritor violador y su sistema’. Julia Rípodas es profesora de Filosofía y desde hace años se dedica intensivamente a indagar sobre la escritura de mujeres y a leer obras de mujeres del pasado y actuales que en general reciben menor atención editorial y mediática. Sus críticas literarias se publican en el blog ‘Cuentan ellas cuentan’