El 28M, un hito en el abolicionismo de la prostitución

La gran manifestación celebrada el pasado sábado en Madrid fue un clamor abolicionista de la prostitución y constituyó también una fiesta feminista.

Un clamor que ya no es “una voz en el desierto”, tal y como subrayaba en la lectura del comunicado final la portavoz de la Plataforma de Organizaciones de Mujeres por la Abolición de la Prostitución (PAP), Charo Carracedo.

En efecto, el legado de Josephine Butler, Concepción Arenal, Carmen de Burgos, Margarita Nelken, Clara Campoamor, Amparo Poch y Gascón, Federica Montseny, tantas mujeres que lucharon por la abolición de la prostitución, ha dado paso a “un movimiento internacional de mujeres que recorre todos los puntos del planeta, porque estamos hartas de tanta violencia patriarcal y reclamamos nuestro derecho a vivir una vida y en un mundo sin violencia contra nosotras por el hecho de ser mujeres”, recalcaba la portavoz de la PAP.

“Junto al recuerdo de la genealogía y la reivindicación, Madrid fue un jolgorio de encuentros y celebración”

Componentes de la batukada abolicionista ‘Txinparta’.

Genealogía, reivindicación y celebración

Junto al recuerdo de la genealogía, la crítica y la reivindicación, Madrid fue un jolgorio de encuentros cara a cara, abrazos emocionados y celebración. Saludos y miradas cómplices que sirvieron para reafirmarse, más si cabe, en las convicciones abolicionistas y darse ánimos en esta carrera de fondo que es la lucha feminista contra todas las formas de violencia machista y, en particular, contra la más extrema: la prostitución.

La organización hizo un intenso trabajo de difusión e información y consiguió que 201 asociaciones de mujeres apoyaran la movilización. Llegaron transportes de todos los rincones del Estado: Hego Euskal Herria, Asturias, Galiza, Cantabria, Catalunya, Aragón, Pais Valencià, Murcia, Andalucía, Extremadura, iIles Balears, Canarias, Castilla La Mancha, Castilla León, La Rioja y Madrid.

La expedición de la CAV posa junto al autobús.

Autobús desde la CAV

En la Comunidad Autónoma Vasca, Euskal Herriko Feministen Koordinakundea (EHFAK) fletó un autobús y las componentes del Colectivo Lanbroa -veterana organización feminista de Bilbao y precursora de muchas iniciativas, entre otras el abolicionismo-, estrenó su batukada abolicionista ‘Txinparta’, que animó el trayecto con sus ritmos.

La marcha tenía un objetivo muy específico: reclamar la tramitación y aprobación de la Ley Orgánica Abolicionista del Sistema Prostitucional (LOASP), para que el Estado deje de ser un refugio de proxenetas y prostituyentes. “Con una expansiva industria de la violencia y explotación sexual de las mujeres y niñas, encabezamos el ranking europeo en número de puteros”, enfatizaba Carracedo.

La protección de los derechos de las mujeres diferencia al abolicionismo del prohibicionismo

La LOASP pivota sobre tres ejes:

  • Garantía de los derechos de las mujeres prostituidas de modo integral: derecho a la sanidad, a la vivienda, asistencia psicológica, educación, formación y trabajo.
  • Desmantelamiento del proxenetismo y desincentivación de la demanda: persecución a los proxenetas y sanciones a los puteros.
  • Formación y educación a todos los actores implicados: judicatura, policías, Fiscalía, medios de comunicación y, por supuesto, educación en igualdad.

Un aspecto muy importante de esta iniciativa es la protección de las mujeres en prostitución. Es lo que diferencia el abolicionismo del prohibicionismo, que establece sanciones para ellas y las condena a la clandestinidad.   

FOTO: AGUSTÍN MILLÁN

Falsedades

Es importante subrayar esta distinción, porque un supuesto ‘medio de comunicación’ vasco, que minimizaba también la asistencia –fue de 7.000 personas, según la Policía Municipal; más según la organización- titulaba en mayúsculas ‘PROHIBIR LA PROSTITUCIÓN’ y mostraba la fotografía de la pancarta de la coordinadora de Euskal Herria, EHFAK.

No fue la única falsedad vertida sobre esta movilización. Varias feministas, entre ellas Amelia Tiganus, denunciaron en su twitter que un ex alto cargo del Gobierno español, ahora protagonista de tertulias entre otros quehaceres, también quiso ridiculizar la protesta mostrando una foto aérea que la reducía a la caricatura, mientras afirmaba que se había promovido contra la ley trans.

Tras recibir un aluvión de quejas, retiró el tuit, pero ya lo habían capturado para poder reproducirlo. Se le exigió una retractación, que no acaba de llegar.

El movimiento abolicionista en el Estado es consciente de que no lo tendrá fácil. No falta tampoco quien lo asocia con la extrema derecha… ¿Cuántos insultos y descalificaciones no tuvieron que escuchar nuestras predecesoras? Y eso no las detuvo.

Una de las varias pancartas de las supervivientes del sistema prostitucional. FOTO: ANA MARÍA DE BLAS GÓMEZ

“El feminismo es abolicionista”

Como señalaba Carracedo, “el feminismo es abolicionista” y “la abolición de la prostitución es nuestro objetivo inaplazable”, por lo que la manifestación es sólo un paso más, fundamental.

El 28M ha sido un hito importante en el camino, que ha reforzado el abolicionismo y a la coordinadora de organizaciones, la PAP. Ahora la mirada está puesta en las siguientes acciones, “pues y no vamos a cejar, retroceder, ni dar un paso atrás en nuestras legítimas aspiraciones de vivir en una sociedad libre de violencia patriarcal”.

Acabar con esta agresión cotidiana a los derechos humanos es un imperativo ético y feminista

¡Ah!, y no sirven los “parches”, como las anunciadas Ley de Trata –la prostitución alimenta la trata- o la Ley Abolicionista de los partidos del Gobierno. La PAP advierte: “Queremos la LOASP, la Ley Orgánica Abolicionista del Sistema Prostitucional. Una ley que afronta integralmente el sistema prostitucional y que tiene como objetivo fundamental garantizar derechos, recursos y la protección integral de las mujeres prostituidas. Y también, la penalización de quienes explotan la prostitución ajena y de la demanda”.

Más aún, las organizaciones reunidas en Madrid exigen la tramitación de la LOASP por la vía de urgencia, “porque la vida de las mujeres violentadas y explotadas sexualmente, es lo que importa”; y acabar con esa agresión cotidiana a los derechos humanos de las mujeres es un imperativo ético y feminista que no puede esperar.

El putero, como responsable principal de la existencia de la prostitución.