Cinco jóvenes científicas reciben un importante premio por sus investigaciones

El programa L’Oréal-UNESCO For Women in Science ha premiado las investigaciones realizadas por cinco científicas del Estado, menores de 40 años, que trabajan en las áreas de ciencias de la vida y el medio ambiente. Una de ellas es la vasca Amaia Arruabarrena-Aristorena (UPE-EHU), que investiga alteraciones en el ADN, con el objetivo de ofrecer terapias personalizadas contra el cáncer.

El objetivo de esta iniciativa, según informa la revista SINC, es “dar visibilidad, reconocer y apoyar el trabajo de las investigadoras”, además de “alentar el interés por la ciencia entre las mujeres más jóvenes bajo el lema ‘El Mundo necesita Ciencia y la Ciencia necesita Mujeres”.

Las becas, en su 17ª edición, proporcionarán 15.000 euros cada una de las investigadoras, que alternan los campos de especialización entre las ciencias de la vida y las ciencias de la materia.

ADN y cáncer

Amaia Arruabarrena-Aristorena (San Sebastián, 1987), de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), se ha centrado en el estudio de alteraciones cooperativas en reguladores de la cromatina, “es decir de la estructura condensada de nuestro ADN, relacionadas con el desarrollo del cáncer”. Pretende “sentar las bases de la regulación epigenética en el cáncer de mama, con el fin último de implementar terapias personalizadas.

También se sitúa en este campo el proyecto de Cristina Viéitez (León, 1984) del Instituto de Biología Funcional y Genómica (IBFG) de Salamanca, que se centra en las “histonas, unas proteínas que empaquetan los dos metros de ADN en el núcleo microscópico de nuestras células y cuyo mal funcionamiento está detrás de enfermedades como el cáncer”. Los resultados de su proyecto, señala SINC, “tienen gran potencial en el campo de la epigenética, con la finalidad de reducir los nocivos efectos secundarios de los tratamientos actuales”.

El párkinson es una de las enfermedades neurodegenerativas con mayor incidencia en nuestro entorno y aún no se comprende ni su origen, ni sus mecanismos de progresión. Uno de los mayores desafíos reside en identificar sus causas y cómo se desarrolla en el cerebro. El proyecto de Patricia González (Cádiz, 1983), investigadora de la Universidad de Sevilla /Instituto de Biomedicina, se ha marcado como objetivo “entender mejor la fisiopatología de la dolencia y contribuir al desarrollo de nuevas terapias que mejorarán la calidad y esperanza de vida de las personas afectadas.

Proteínas con funciones a la carta

Este año se ha añadido el medioambiente en la categoría de ciencias de la vida y en él se enfoca la investigación de Noelia Ferruz (Zaragoza, 1988) en el Instituto de Biología Molecular de Barcelona. En concreto, trabaja en el uso de técnicas avanzadas de inteligencia artificial para el procesamiento de lenguaje. Su proyecto constituye una forma nueva de generar proteínas con funciones a la carta, que podrán usarse para el tratamiento de enfermedades o para paliar los efectos del cambio climático.

Por último, el proyecto de investigación de Nuria Galiana (Tortosa, 1988), científica en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, estudia “la influencia de las interacciones bióticas entre las especies para la distribución espacial de éstas en el mundo, un campo emergente que está evolucionando muy rápido”.

El objetivo principal de su proyecto es entender cómo cambian los ecosistemas y cómo se ven afectados por el cambio climático para, posteriormente, poder diseñar estrategias de conservación más efectivas.

El décimo premio Ada Byron de Deusto ha sido para la sevillana María José Escalona y para la leonesa Sara García en menor de 35

María José Escalona y Sara García. FOTO: UNIVERSIDAD DE DEUSTO

Premios Ada Byron de Deusto

Por otro lado, la Universidad de Deusto ha otorgado su décimo premio Ada Byron de la Facultad de Ingeniería a la sevillana María José Escalona Cuaresma, en la categoría senior, y a la leonesa Sara García Alonso en la categoría menor de 35 años.

Según informa la institución docente, María José Escalona es catedrática de la Universidad de Sevilla adscrita a su departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos. Dirige el grupo de Investigación Engineering and Science for Software System y sus líneas de investigación se focalizan en la ingeniería del software y de requisitos y, en general, en el software centrado en las personas. Obtuvo su doctorado con mención internacional en 2004 y desde entonces ha desarrollado más de 200 publicaciones en foros internacionales y nacionales. Ha dirigido y tutorado diversas tesis doctorales y diversos proyectos de investigación de ámbito nacional e internacional.

En su trayectoria destaca su relación con el tejido socio económico, proyectos con empresas, una patente y un gran número de registros de software en explotación. Ha asumido cargos de gestión tanto en su Universidad como en organismos estatales y participa de manera activa en diferentes foros y grupos de asesoramiento nacional e internacional.

Reserva de astronautas

Por su parte, el premio joven, Sara García Alonso, es investigadora titular en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y miembro de la reserva de astronautas de la Agencia Espacial Europea (ESA). Se licenció en Biotecnología por la Universidad de León y, durante su carrera universitaria, se formó en varios laboratorios. Realizó un Máster en Biomedicina y posteriormente, se trasladó al Centro de Investigación del Cáncer (2013-2018), donde se doctoró cum laude en Biología Molecular del Cáncer y Medicina Traslacional. Obtuvo el premio extraordinario de doctorado a la mejor tesis doctoral en Medicina por la Universidad de Salamanca.